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Comparecencias: crónicas desde la oposición

Superiberia

El Poder Legislativo después del informe de un Gobierno estatal, realiza un proceso que se le denomina “Glosa”, la cual es la comparecencia de los secretarios de despacho ante los diputados locales, donde se les informa el “estado que guardan las cosas en Veracruz, en una determinada área gubernamental”, éste proceso legislativo en Veracruz no sólo es anacrónico sino que es una verdadera pieza de museo del régimen político autoritario, porque el secretario es acompañado por toda una corte de doce funcionarios, que se sientan a su alrededor, y a diferencia del plano nacional que es ante el Pleno, aquí se hace ante una determinada Comisión Permanente y en un salón que es atiborrado por los burócratas de cada dependencia, y esto es de lo más gracioso políticamente hablando, ya que evidencia el tamaño tan ínfimo de la clase política local, la cual es incapaz de tener un encuentro entre iguales en las mismas condiciones de debate con los diputados locales.

 

Abundando en lo anterior, pues el secretario asiste a una especie de examen con “apoyadores”, quienes llevan tarjeteros para soplarle al secretario las respuestas, pero además no conformes con el espectáculo de degradación política, porque es un acto cerrado en sí mismo, o mejor dicho un soliloquio entre la clase política autoritaria, donde el colmo de la abyección son los aplausos, como si se tratará de un partido de futbol o un evento de superación personal, bueno es algo así para los secretarios de despacho tropicales. Quizá, lo más vergonzante del espectáculo es ver desfilar a los subsecretarios de alguna dependencia un día antes para “darles las tarjetas a los diputados fieles con las preguntas a modo”, es decir, como si el secretario comprará su examen un día antes, bueno de hecho lo compran.

En mi experiencia como diputado federal no termino de sorprenderme por este vetusto y antidemocrático formato, además por la simulación de los secretarios de despacho, los cuales van a exponer sus fantasías gubernamentales, y en caso de que se les cuestione o critique, pues la respuesta es la obcecación jurídica, es decir, como dice un clásico, “es que no entienden la ley, si es bien clara”, vaya ilusionismo jurídico, no es lo que diga la ley, sino lo que hay detrás de todo eso, que es la opacidad en su actuar y la resistencia a la rendición de cuentas de un gobierno autoritario.

Bueno, después de toda esta introducción, en el caso de Veracruz han asistido al Congreso del Estado tres secretarios de despacho, los de finanzas, salud y desarrollo económico, del primero como si fuera un muyahidín de la yihad, metafóricamente hablando sobre el tema de la deuda pública veracruzana, es decir un comportamiento fundamentalista sobre el único endeudamiento reconocido por la SHCP, y nada que se pueda reconocer por otra vía que no sea la del decreto gubernamental y de la palabra sagrada sobre el endeudamiento; lo que les sería más fácil reconocer que a lo largo de los últimos tres sexenios del realismo mágico, que su caduca forma de gobernar se ha basado en el endeudamiento municipal, que es a 28 años o en el plano estatal donde dos generaciones de veracruzanos tendrán que enfrentar las consecuencias del endeudamiento gracias a gobiernos irresponsables, que según se dijo en esa comparecencia, esas deudas son algo similar a lo que viven las familias, las cuales pueden vivir con déficit, vaya esto me recuerda un viejo chiste “la teoría no se equivoca, se equivoca la realidad”.

En el segundo caso, es el más ilustrativo de lo que es la vieja clase política, a quien pueden vestir de policía y habla como policía, lo pueden vestir de chef y hasta recetas de cocina da, y como ahora el régimen autoritario lo viste de médico, pues ahora da recetas para presentar un diagnóstico del sector salud de Finlandia, Suecia, Suiza pero nunca el de Veracruz; ese secretario habló, habló, habló y hasta compareció por todos los secretarios justos, inclusive comentó como se hacen las instalaciones eléctricas en los edificios, dijo que había leído a Manuel Gómez Morín, lo que no se, es si lo comprendió porque cuando lo cuestionó el diputado panista Domingo Bahena sobre el “dolor evitable” de Gómez Morín, se enojó; posteriormente ironizó sobre la juventud de la diputada panista Ana Ledezma, quien de manera astuta le recordó al ideólogo priista Jesús Reyes Heroles, cuando escribió sobre la juventud, y que el envejecimiento es del cuerpo no del alma.

En el caso del último, fue el mejor espectáculo, el del secretario de economía un funcionario formado en los gobiernos panistas, quien llevó aplaudidores no sólo a los burócratas de su exigua dependencia, y a quien sólo faltó que gritarán porras a Porres; yo en lugar de eso pensé que hablaría de la nueva economía, de las ciudades del conocimiento, pero de eso nada. Y, ya al  salir del Congreso del Estado el día de ayer, observé que estaban poniendo pantallas gigantes para la comparecencia de mañana, y dije en mi foro interno, está muy fuerte la competencia de haber quien hace la mejor fiesta de presentación, la de mañana sólo espero que no quiera imitar a Genaro García Luna, haciendo sus propios filmes.

Finalmente, este es un reflejo de la clase política autoritaria, a la que hay que decirle, pensaron que Acción Nacional como es la primera minoría estaría desaparecida y mayoriteada, ¡vaya sorpresa!, se enfrentan a un partido opositor, cuyos integrantes están haciendo política y que seguramente se enfrentarán en las batallas legislativas en los próximos años, y quienes desecharán la máxima de Jeremy Bentham “lo que resiste apoya” (los ilusos priistas piensan que es una frase de un político tuxpeño, pero no, si salió un buen plagiador de frases).    

    

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