Nueva York.- El inmigrante mexicano Conrado Juárez fue acusado formalmente ayer en una corte de Nueva York por el asesinato en 1991 de su prima Angélica Castillo, entonces de cuatro años, quien hasta octubre sólo fue conocida como “Baby Hope”.
Tras serle leídos los cargos, Juárez, de 52 años, habló en español para declararse no culpable.
Durante veintidós años este caso permaneció bajo investigación de detectives de la policía de Nueva York, hasta que el misterio fue resuelto cuando Juárez fue arrestado el pasado octubre.
Según la policía, Juárez confesó que violó y estranguló a la niña y luego se deshizo del cuerpo.
Juárez, que está detenido en la cárcel de la isla de Rikers sin derecho a fianza, se retractó poco después de su confesión y asegura que se sintió coaccionado por la policía a mentir.
De acuerdo con su nueva versión, que contó en una entrevista que concedió al diario New York Times, presuntamente la niña murió al caer por unas escaleras donde vivía. Alegó además que su hermana Balbina, que cuidaba a Angélica y a su pequeña hermana le llamó y que ambos se deshicieron del cadáver.
De acuerdo con documentos de la Corte de 1991, el cuerpo de la niña fue hallado dentro de una nevera de playa en una zona de bosques cerca de una autopista de Manhattan.
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