LOS TAMAÑOS
A pesar de que en la anterior legislatura estatal Córdoba y Orizaba tuvieron seis diputados –dos de mayoría directa y cuatro plurinominales- ni los cordobeses ni los orizabeños se beneficiaron con esas representaciones parlamentarias. No hay nada que se les pueda agradecer y ni siquiera recordar a Paulina Muguira Marenco, Martha Lilia Chávez, María del Carmen Escudero Fabre, Víctor Castelán Crivelli, Juan Carlos Castro y Víctor García Trujeque. Ninguno de ellos desquitó el altísimo sueldo que cada quincena cobraron sin empacho ni pudor.
Hoy, en la nueva composición del Congreso local sólo hay dos legisladores de ambos distritos, el cordobés Edgar Hugo Fernández Bernal y el orizabeño Alejandro Zairick Morante, y ambos tienen el deber de convertirse en verdaderos representantes populares y responderle a los ciudadanos, defendiéndolos y hablando por ellos desde la tribuna. Los dos diputados presiden comisiones que están ligadas directamente al bienestar de la ciudadanía pues Fernández encabeza la de Desarrollo Metropolitano y Zairick la de Desarrollo y Fortalecimiento Municipal.
¿Qué significa lo anterior?. Que no sólo deben legislar sobre los temas sino también convertirse en gestores y vigilantes de los recursos y programas que se destinen para mejorar la calidad de vida de los cordobeses y orizabeños. Velar por el buen funcionamiento de las estructuras de gobierno y estar al pendiente de las obras de infraestructura urbana así como de aquellos servicios que han sido demandados durante largo tiempo. Los dos legisladores surgieron de competencias electorales muy reñidas y lograron superar a las triquiñuelas del partido oficial al imponerse sobre los candidatos priistas.
Por ello, tienen doble obligación de hacer las cosas correctas y no volverse ni cómplices ni flojos como sus antecesores. Así, en la ronda de comparecencias de los secretarios de despacho que comenzó el pasado miércoles como parte de la glosa del tercer informe de gobierno se verán los tamaños políticos de estos dos diputados porque tienen la oportunidad de cuestionar a los comparecientes sobre los temas que hoy preocupan y afectan a los habitantes de sus ciudades.
Así por ejemplo, este viernes comparece el titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SPPE), Arturo Bermúdez Zúrita y sería inaudito que Fernández Bernal no lo increpe por el fracaso del llamado Mando Único Policial implementado desde hace más de siete meses en la Ciudad de los Treinta Caballeros pero que no ha servido de nada. Sería inaceptable que el ex alcalde cordobés se quede callado cuando la ciudad está ardiendo por la violencia. Resultaría inverosímil si Fernández no levanta la voz en la comparecencia del funcionario que presume una realidad contraria a la que viven los cordobeses que diariamente padecen secuestros, robos, extorsiones y homicidios.
Lo mismo para Orizaba donde la situación de la inseguridad se encamina por el mismo rumbo que en Córdoba y entonces también se espera que Zairick Morante se una a los cuestionamientos hacia Bermúdez Zurita. ¿Cuántas personas han sido detenidas arbitrariamente por policías estatales y hoy están reportados como desaparecidos?, ¿Por qué los agentes bermudianos no hacen nada contra las bandas delictivas?, ¿Por qué no han bajado los índices criminales y aún así el titular de la dependencia presume que en la zona centro se abatieron la criminalidad y es un paraíso de paz y armonía? En fin, hay tanta tela de dónde cortar que no pueden desaprovechar el momento.
Ambos diputados también tienen la obligación de cuestionar y en su caso señalar públicamente la ineptitud y negligencia del procurador Amadeo Flores Espinosa que se presentará ante los legisladores el próximo lunes 25. Vaya que en la zona centro hay casos increíbles de falta de justicia y hasta de complicidad de agentes ministeriales con los que delinquen en lugar de defender a las víctimas. Tantos expedientes judiciales “congelados” y enviados al archivo y tantos agravios contra los ciudadanos que ninguno de los diputados pueden dejar pasar tal ocasión. Si lo hacen, se convertirán en irresponsables y cómplices.
LA HOGUERA DE LAS
VANIDADES
Ya ni se diga de la obligación que tienen, especialmente el cordobés Hugo Fernández, cuando comparezca el secretario de Infraestructura y Obras Públicas, Gerardo Buganza Salmerón, quien también es originario de la ciudad –y que al igual que los anteriores diputados locales, no ha hecho nada por sus paisanos ni siquiera cuando estaba a cargo de la Secretaría General de Gobierno-. Buganza irá al Congreso el miércoles 27 y será muy interesante ver la postura de Fernández ante un antiguo camarada de Acción Nacional porque su dependencia es un hervidero de corrupción e incumplimientos.
El momento podría convertirse en una especie de La Hoguera de las Vanidades porque ahí los dos desnudarán sus verdaderas personalidades: se verá si le responden a Córdoba -es decir si el diputado habla por los cordobeses y si Buganza les da una explicación a sus paisanos- o prefieren enlazarse en un amasijo de piropos y frases bellas de alabanza mutua. Temas no sobran para el legislador panista, desde la falsedad en las promesas de obras como el libramiento ferroviario y la autopista Córdoba-Xalapa hasta verdaderos mamotretos de corrupción como es el remozamiento del bulevar Córdoba-Fortín.
En esa obra hay situaciones que rayan en el delito tanto por parte de las constructoras que se beneficiaron con los contratos como de parte de los funcionarios que toleraron los vicios y el dispendio de recursos en la infraestructura mal hecha. No hay que olvidar que parte de esa vialidad tuvo que volver a edificarse porque resultó todo un fraude por la mala calidad de los materiales usados y el incumplimiento de plazos y especificaciones técnicas. En pocas palabras, el proyecto fue un negocio oscuro para los constructores y sus protectores de palacio de gobierno. ¿Le dirá todo eso Hugo Fernández a Buganza? ¿Le exigirá decencia y castigo a los responsables?, o ¿simplemente se quemará gustosamente en la Hoguera de las Vanidades?.
Otra comparecencia muy esperada no sólo por los cordobeses y orizabeños sino por todos los veracruzanos es la del secretario de Educación, Adolfo Mota Hernández quien tiene mucho qué explicar en torno a la andanada contra los maestros que se han sumado a las protestas públicas contra la reforma educativa, así como la tolerancia hacia la corrupción de líderes sindicales de las secciones 32 y 56 del SNTE y otros gremios magisteriales estatales. No puede quedar sin explicación el tema de la represión contra los educadores disidentes y sobre todo, la privatización de la educación básica al oficializarse que los padres de familia absorban los gastos de manutención de las escuelas.
La agenda es basta para el coatepecano Mota Hernández y los pronósticos son reservados pues el movimiento magisterial está listo para increparlo. Por tal motivo no se descarta que la comparecencia del funcionario se cambie de hora y fecha al último momento y así, se realice a las 5 de la mañana para ganarles a los manifestantes –como lo hizo su jefe, Javier Duarte al entregar su informe gubernamental el pasado 15 de noviembre- o se traslade a otro lugar fuera de la sede del congreso local, por ejemplo la Isla de Sacrificios en el puerto de Veracruz.
Si ya el gobernante en turno puso tierra de por medio para que no lo atosigaran con las protestas y se llevó la encerrona informativa a la fortaleza de San Juan de Úlua pues Mota Hernández tiene el pretexto ideal cargar con diputados y la comparecencia legislativa lo más lejos posible de la turbamulta. ¿No creen? De no cambiar la comparecencia del secretario de Educación entonces habrá que esperar si ese día los policías de Bermúdez Zurita les vuelven a dar otra paliza a los maestros que seguramente coparan el Palacio legislativo. Una raya más al tigre.