Ixhuatlán del Café.- La sangre revolucionaria aún corre por las venas de cerca de 300 ejidatarios que ayer en compañía de sus familiares y futuros ejidatarios también, al heredar la tierra por la que tanto lucharon sus padres y abuelos, participaron fervientemente en los festejos del 103 aniversario de la Revolución Mexicana.
“Tierra y Libertad” era lo que gritaban los ejidatarios al igual que sus padres y abuelos, recordando a Emiliano Zapata y sus caudillos locales, todos acaecidos ya, pero descendientes directos de estos, aún recuerdan los relatos de sus padres y abuelos sobre cómo lucharon por obtener la tierra que hoy trabajan y les da sustento.
A la vieja usanza del lema de la Confederación Nacional Campesina, “Campesinos Uníos”, acompañaron el desfile conmemorativo al 103 aniversario de la Revolución, en el cual las mujeres sobre todo portaban trajes de “adelitas” con sus vestidos coloridos, bordados, incluso artículos como canastas, morrales y la carrillera elaborada a la imaginación.
Los más de 300 ejidatarios de Ixhuatlán e Ixcapantla marcharon por las calles con las cabezas erguidas y orgullosos sobre la lucha que hicieron sus familiares que dieron la vida por esos ideales revolucionarios; los hombres en su mayoría mayores de edad, vistieron sus botas y sombrero, cinturones de piel, algunos más modestos con ropa ligera y huaraches.
Aquella lucha por las tierras pareciera nunca acabarse pues los ejidatarios ya tienen la tierra que heredaron y la libertad para sembrar, pero aún bajo la suela del zapato de los gobiernos que no los dejan progresar y que han dejado al campo olvidado, ese que durante la segunda Guerra Mundial fue “granero del mundo” entero.
Mauricio Láinez Vázquez
El Buen Tono