Córdoba.- En el marco del Mes Patrio, la oración va de la mano para que Dios nos escuche y tenga a bien el abrir los corazones de quienes nos dañan para evitar que lo haga, hoy en día, la migración no sólo se presenta por un bienestar económico, sino también por la falta de seguridad en sus pueblos.
El obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, precisó que de alguna manera, debemos orar por la gente que emigra de sus países, porque quizá dejaron a sus familias o madres que sufren por sus hijos, como lo hizo la Virgen de los Dolores.
“Ella siempre estuvo al pie de la cruz con su hijo Jesús en los distintos momentos de su vida, nos asociamos en todos los que de alguna manera han sufrido últimamente, y me refería a que así como María y José tuvieron que huir a Egipto, ya que los perseguía Herodes, llegamos al pensamiento similar en los migrantes centroamericanos, hondureños y otros países que cruzan nuestra frontera y que pasan por situaciones realmente terribles, que no solamente por la dificultad de pasar por estos rumbos sino también de la obstrucción y la violencia por las cuales viven”, señaló.
Recordó que el pasado domingo por el rumbo de la comunidad del Tigre fueron bajados del tren un gran número de inmigrantes con lujo de violencia y exponiendo la vida y la salud en San Andrés.
“Como ellos, existen muchos en situaciones dolorosas que no deberían estar sucediendo y que se espera con fe, que las intenciones de los próximos gobiernos de México y de Centroamérica tengan a bien el realizar todos los esfuerzos para que se asegure el primer derecho del ciudadano que es a no migrar, aunque no se tenga seguridad ni trabajos dignos”, expresó.