Orizaba.- Después de 20 días de agonía murió el panteonero que fue atropellado por el conductor de un autobús de la línea Metropolitana cuando se encontraba parado en la banqueta a la altura de la explanada de la iglesia Santa Gertrudis; con esta muerte ya suman dos en menos de tres meses haciendo así la línea camionera un peligro para los transeúntes.
La madrugada de ayer murió el nonagenario Efrén Guzmán Vera, de 93 años quien fuera atropellado el pasado 30 de octubre a las 08:00 horas por el autobús número 245 de la línea Metropolitano, al circular sin precaución; de acuerdo a la necropsia de ley el finado tuvo fracturas de costillas la cual le causaron una hemorragia interna lo que le causó la muerte al no poderlo intervenir por su avanzada edad.
Elena Guzmán Silverio, hija del finado fue quien se presentó ante la Agencia del Ministerio Público del sector Sur, para rendir su declaración ministerial correspondiente y solicitar los restos de su familiar para darle sepultura.
Recordemos que los hechos ocurrieron el pasado martes 30 de octubre a las 08:10 horas, cuando el hoy finado se encontraba en la banqueta esperando a pasar en el rojo del semáforo; en ese momento José Luis Galindo Martínez, chofer del autobús número 245 de la línea Metropolitano circulaba con dirección al poniente, y debido al exceso tráfico el conductor aplicó la reversa de su transporte sin tener la prudencia lográndose subir a la banqueta y arrollar con la parte de atrás a la persona de la tercera edad.
El fuerte impacto le provocó la fractura de varias costillas por lo que tuvo que ser auxiliado por paramédicos de la Cruz Roja y trasladarlo de urgencia a un hospital particular en donde permaneció un aproximado de 20 días en terapia intensiva.
El día del accidente elementos de la Policía municipal detuvo al conductor el cual le fue iniciada una averiguación previa en ese momento por lesiones dolosas, al ser un delito que se persigue por querella el hombre pagó una fianza y salió en libertad.
Presuntamente de la misma forma del transporte fue liberado del corralón para que siguiera circulando, el problema es que se conoció que los representantes legales de la empresa de autobuses no querían pagar los gastos médicos a la familia los cuales por noche resultaban un gasto de hasta 20 mil pesos.
Ahora se espera que la empresa camionera pague a la familia del nonagenario los gastos que producen sus conductores los cuales reciben capacitación para un “buen servicio”.
Omar Celiseo
El Buen Tono