Wellington.- Oribe Peralta alzaba los brazos y corría eufórico mientras los demás futbolistas del Tri lo trataban de alcanzar para compartir su alegría mundialista.
“El Hermoso” se convirtió en el amo y señor de una reclasificación con la que puso a México a gritar con un hat-trick “¡Nos vamos al Mundial, nos vamos al Mundial!”.
Miguel Herrera aplaudía a su delantero estrella, hacía su típico gesto de éxtasis desbordado, porque sabía que el triplete de Oribe sentenció la decimoquinta participación de la Selección Mexicana en la Copa del Mundo. La felicidad del “Piojo” se reflejaba en una sonrisa que simbolizó un rescate perfecto para llevar a México a Brasil 2014.
Abrazos, felicitaciones y sonrisas, tras el 4-2 a Nueva Zelanda. El Tri, por fin, encontró alivio, luego de un año tormentoso, que amenazó con ser el peor en la historia reciente del futbol nacional.
Sí, la pesadilla terminó con un final feliz . Una eliminatoria que rondó el fracaso se transformó en boleto al Mundial en dos partidos ante una frágil Nueva Zelanda, que jamás complicó a los verdes.
Vienen los tiempos de las decisiones en la Federación Mexicana de Futbol. Se definirá si Herrera se mantiene en el timón nacional hasta Brasil 2014 y si Justino Compeán se mantiene como el mandamás del futbol tricolor. Ambos tendrán su juicio el dos de diciembre, con el pase al Mundial en la mano.
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