El Gobierno yo yo somos polos opuestos. Como el tipo al que no le gustó la anterior columna, que abrazado a un falso nacionalismo o localismo -no sé cómo se llama esa psicopatía-, se enraizaba en la sin razón, como el Gobierno. Que se halla injertado en la mentira, y yo en la autocrítica. Que se vincula directo con la pose, y yo que voy más al argumento.
Lo que decía Duarte en su informe no me parecía de la mejor calidad, era un insulto y era bastante limitado. Demasiado imperial, lleno de paradojas que nadie entendió -o es que yo vi un sarcasmo deliciosísimo en sus palabras porque no había otra cosa que ver-, de un énfasis gesticular que rayaba en lo ridículo, como una Hummer limusina.
En líneas generales le detestaba menos cuando se había dejado la barba y me parecía un tipo de lo más preocupado por su propia ineptitud.
Al Gobierno no lo hemos tomado nunca muy en serio, supongo que es parte el daño colateral de ver a Don Gato y su pandilla en mi niñez que no puedo encontrarle la seriedad ni a Duarte ni a los policías corruptos ni al Gobierno en sí. Y sorprende un poco que alguien se lo pueda tomar en serio.
El pueblo cordobés siempre ha sido muy ingenuo, se deja engañar por cualquier cosa que le represente algo de plata en los bolsillos. Por descabellada que parezca la situación, le busca la coherencia. Yo era idéntico. Me tragaba todas las mentiras que había en la prensa, no sé qué me pasó que desperté. De cierta forma ahora quisiera estar dormido…
Me aseguran unos amigos que me han de linchar -la gente-, o a desaparecer -el gobierno-, ¿pero es en verdad la mía la única voz insultante de mi generación?, si es así, entonces es una generación insultante.
Los veracruzanos somos por naturaleza afables (sí, es que soy de aquí y soy de allá cuando me conviene, porque soy harto mal personal), tendemos a querernos regalar a los extraños, “candil de la calle, oscuridad de su casa” me gritaba la abuela los viernes por la tarde. Pero también somos como muy fans del parricidio, andamos condenando a quien no esté con nosotros o dé señas de no estarlo, cortamos lazos familiares como ramitas del jardín y odiamos a la mitad de nuestra familia. Y es ahí donde yo no entiendo porqué Herrera Beltrán está plácidamente andando por allí después del atraco desmedido, a todas luces comprobable, de la violación, ultraje al que ha sometido al estado, a todos y cada uno de nosotros. Nos ha penetrado de la manera más ruin y está ahí, como si todo y como si nada. No les puedo decir que Duarte sea corrupto, ratero o alguna cosa como Herrera Beltrán, pero sí les puedo decir que no tiene honor, porque el simple hecho de tener el poder -que es una cuestión que se ejerce, no se tiene- de encarcelar/enjuiciar/penetrar a los políticos corruptos predecesores suyos; y no hacerlo, es no tener… honor. Y entonces de no tener honor podemos derivar una falsedad, mitomanía y muchas otras cuestiones pusilánimes no dignas de un líder del nivel.
Supongo que la política es así, una selva un poco pesadillesca en donde la mayoría, la gran e inmensa mayoría somos sólo comida.
Y es ese el tema de esta columna -o lo fue en un principio, al menos en mi mente-, no conformes con esta realidad en la que no podemos aspirar sino a la más misericordiosa de las muertes, hartos, enemistados con nosotros mismos, comenzamos a buscar algo mejor. Tal vez no podamos dejar de ser la comida de otros animales más voraces y grandes, pero podemos unirnos y ponérsela difícil. Los peces lo hacen y es una táctica que les funciona. Habrá bajas, pero seremos los menos y tarde o temprano, realizaremos en nosotros la verdad; por nuestra cuenta podemos prevalecer. No necesitamos ningún gobierno que para robarnos, nosotros mismos estamos capacitados.
Empero, lo que dijo Duarte no es del todo mentira, y es que en verdad, ha dicho ciertas verdades, ya que ellos, los políticos en Veracruz están mejor que hace tres años. Supongo que a “ellos” se refería.
Datos marginalios
Dicen que si Peña Nieto lanza tres reformas más, habrá lanzado tres reformas más.
El futbol en México es una industria, en Nueva Zelanda es una ilusión, no sé qué tanto festejan ustedes.
Maduro está a nada de convertirse en “Maduro Super Star” y estar sentado a la derecha del Padre Chávez. Tiene más poder que Gokú, vamos. Una cosa tristísima.
En mi no natal Argentina, la Kirchner regresa “al poder” pero el país está/sigue económicamente destrozado; es como ver a México en unos 3 gobiernos del PRI.
Yo he sido un rencoroso los últimos años con la vida, y unos estudios recientes revelaron que las madres promiscuas tienen hijos más atractivos que los demás como una ventaja evolutiva, así que mi madre ha sido una santa. Ahí se los dejo de tarea