Yanga.- Vecinos de la Unidad Deportiva que fue habilitada -sin permiso- como relleno sanitario, cavaron este fin de semana, una zanja para evitar el paso de camiones con basura a un predio cercano a la carretera, sin embargo, los funcionarios derribaron una malla ciclónica y ahora entran por otra zona, sin importar el grave deterioro ecológico que están provocando.
Y es que a unos días de que concluya su administración, el alcalde de esa localidad, Pascual Alvarado Martínez, ha convertido el campo deportivo en un verdadero basurero clandestino, sin que algún encargado de dependencias como Semarnat o de Protección Civil, tomen cartas en el asunto.
Por lo que vecinos de los alrededores acusan de los malos olores y los escurrimientos de aguas sucias a veneros cercanos, los cuales están siendo afectados en la salud, ya que han comenzado a haber brotes de enfermedades, producidas por la basura que los carros recolectores de esa localidad depositan en dicho campo.
Dijeron que es lamentable que el edil, al no pagar más combustible y al Ayuntamiento de Tezonapa, para que los carros de basura se trasladen a tirar los desechos, se esté ocupando al terreno que se encuentra en la localidad antes mencionada, por lo que optaron por depositar la basura en el interior de los campos deportivos, además de quemarla o taparla con más tierra para no generar acumulamiento.
Este nuevo “tiradero”, afecta a la flora y fauna de esa localidad, además de afectar a dos balnearios y un motel, que están ubicados en los alrededores del terreno deportivo, afectan a los vecinos de la zona, ya que a parte del acumulamiento de basura, existen automóviles chatarra, los cuales están creando fauna nociva, la cual al tratar de conseguir cómo subsistir, buscan comida en las casas aledañas al lugar.
Vecinos de la localidad, piden a las autoridades estatales, ponerle un alto a los planes de austeridad del edil y piden al alcalde electo Gerson Morales, tomar cartas en el asunto.
José Vicente Osorio Vargas
El Buen Tono