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“El coludido” mal informa a lectores

Superiberia

Córdoba.- Además de mal informar, el coludido inventa. Y sus cada vez menos lectores, norman su criterio sin interesarse en conocer la verdad que se obtiene al leer, escuchar, a todas las partes que participan en un hecho.

Lo anterior, viene al caso respecto de la nota que ayer lunes publicó ese diario coludido en relación con la forma en que pretenden manipular lo que sucedió en el pleito donde estuvo involucrado San Martín Muguira.

Primero, y según información recibida en esta Casa Editorial, debemos aclarar que Jorge San Martín no es empresario. ¡No tiene ninguna empresa! Desde que terminó sus estudios empezó a trabajar con su papá, del cual heredó lo suficiente para poner un negocio de la marca Shell, que a pesar de ser franquicia, que lo capacitaron en qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo, ¡quebró!

Ya para entonces había entrado como Regidor en la Administración de Francisco Portilla, en donde hizo un mediocre papel, y de ahí salió a trabajar con su tío, Domingo Muguira, quien lo cobijó, como cobija a sus yernos y otros familiares fracasados, aseguran quienes lo conocen e hicieron llegar la información.

Después, aclarar que el domingo por la noche, no iba José Abella manejando una camioneta, con escoltas y perros, como publicó el diario coludido, tampoco lo es el que haya habido gente armada involucrada en el pleito; ¡nadie intervino, nadie amenazó! Solamente quien llegó y después de escuchar insultos desmedidos y corrientes, defendió el honor de su madre, quien ahí mismo fue ofendida por Jorge San Martín.

A pesar del corpulento físico que San Martín no se cansa de mostrar en fotos en redes sociales (hay que recordar que fue incluso Mr. México), ni las manos metió. Cuando le exigieron parara las ofensas y difamaciones a su madre, además se atrevió incluso a retarlo, afirman comensales. Como buen cobarde corrió a la Fiscalía a denunciar, pero se le olvidó mencionar los insultos corrientes que no se ha cansado de escribir en WhatsApp  y redes sociales, y que han hecho llegar hasta esta Redacción.

Por fortuna, los hechos ocurrieron en un lugar público, frente a decenas de testigos, muchos de ellos se acercaron ya a ofrecer desmentir lo dicho por San Martín en la supuesta denuncia, para explicar con la verdad que no existieron ni armas ni guaruras, mucho menos perros, sólo un par de puños de quien colmaron los insultos en contra de su madre y abuela.

En un Estado con dos alertas de género, insultar así a una mujer la exponen a ser víctima de más violencia.

Si todos los hijos defendieran así a sus madres agredidas, ¡habría más mujeres respetadas!

La defensa y el respeto a una madre debe ser prioridad en cualquier familia. ¡Hay ofensas verbales que lastiman más que las físicas! Se leen en un sinnúmero de comentarios en las redes.

“La violencia no es la solución, pero no he visto a nadie que siga molestando después de un madrazo bien dado”, circula en memes.

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