El precio promedio nacional del kilogramo de gas licuado de petróleo (LP), utilizado por 76% de los hogares del país, se disparó 27% desde su liberación en enero del año pasado hasta mediados de julio de 2018, de acuerdo con cifras de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Con la aprobación de la reforma energética se estableció la liberación de precios de venta de ese gas al consumidor a partir del 1 de enero de 2017. Sin embargo, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) publicó en junio el documento Transición hacia Mercados Competidos de Energía: Gas Licuado de Petróleo (LP), en el cual denuncia una integración vertical y pocos jugadores en los distintos eslabones de la cadena de valor de este combustible.
Los reportes de la CRE indican que al 30 de enero de 2017, el precio promedio del combustible era de 15.05 pesos por kilo y para el pasado 30 de julio éste escaló a 19.09 pesos. Es decir, que en 18 meses se registró un incremento de 27%.
Con este precio, el actual salario mínimo de 88.36 pesos alcanza para comprar 4.6 litros de gas LP. En enero de 2017, cuando el salario mínimo era de 80.04 pesos, se compraban 5.2 litros.
Sobre la posibilidad de reducir el costo, el director de la firma Energética E3, Lino Patiño, consideró que es complicado. El también integrante de la Asociación Mexicana de Gas Natural Vehicular, consideró que los consumidores se acostumbraron a tener el gas subsidiado (antes de la reforma) y que el gobierno absorbiera “los costos de importación y muchos otros impuestos en favor del consumidor”.
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