El gobierno del priista Enrique Peña Nieto (2012-2018) dejará una “megadeuda histórica” al gobierno entrante del morenista Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), que limitará su margen de maniobra para ejercer el gasto.
Desde la llegada del Peña Nieto al gobierno federal, la deuda ha aumentado 5 billones 225 mil 346 millones de pesos.
En proporción al Producto Interno Bruto (PIB), que permite entender el peso frente al tamaño de la economía, el saldo de la deuda en junio representó 45.1 por ciento, más que el 44.4% de diciembre del 2017, cálculos estimados a través del PIB trimestral anualizado.
Dicho pasivo representa la deuda adquirida a través de bonos y valores, además de las de Petróleos Mexicanos (Pemex), Comisión Federal de Electricidad (CFE) y la banca de desarrollo.
Además a la deuda asumida durante el sexenio se le sumó parte del costo de las pensiones de Pemex y CFE y emitir bonos de deuda.
Los bonos de deuda por Pemex equivalen a 133 mil 774 millones de pesos y los de CFE a 161 mil millones de pesos, cantidades que deberán seguir amortizándose en el sexenio de López Obrador.
