Independientemente de la evolución de los hechos que, por momentos, contrasta con las optimistas proclamas de autoridades federales y locales que adelantan triunfos y soluciones inexistentes, o en el mejor de los casos, apenas en proceso, lo cierto es que Michoacán continúa siendo el mejor ejemplo de un Estado fallido, rehén del crimen organizado que mantiene al Gobierno estatal y a muchos municipales, literalmente, contra la pared.
Pronto, la situación prevaleciente en territorio purépecha volverá a las primeras páginas aunque, ahora, ya no sólo como un problema de violencia e inseguridad extrema, producto del embate de los cárteles del narcotráfico sino, esencialmente, como un asunto de índole estrictamente política, en cuanto que colocará a los tres niveles de gobierno involucrados, frente al incuestionable poder de la jerarquía católica… agraviada en la persona de al menos media docena de ellos, de sus directos subordinados y de su nutrida feligresía.
En las próximas horas, efectivamente, los más de un centenar de obispos, arzobispos y cardenales mexicanos habrán de realizar su XCVI Asamblea que, casi de manera obligada, deberá derivar en un abierto reclamo a favor de la paz y la seguridad en todo México, de manera especial en Michoacán, y en un cierre de filas en torno al obispo de Apatzingán, Miguel Patiño Velázquez, el mismo que, se sabe ahora, tras sufrir la pérdida de cinco de sus sacerdotes que se resistieron a ceder a presiones del crimen organizado, denunció la grave situación prevaleciente en la diócesis a su cargo y en la entidad que, otra vez, ¿gobierna? Fausto Vallejo.
Ayer, no pocas versiones daban por hecho que la tensión existente entre gobierno y clero por el asunto, podría forzar la presencia de uno o varios funcionarios federales en el encuentro, a fin de intercambiar puntos de vista e información con los prelados y, eventualmente, asumir compromisos (mutuos) a favor de la solución del problema. Hasta el cierre de esta edición, sin embargo, nadie en el gobierno ni en el ámbito eclesial aceptó confirmar o negar tal posibilidad.
Pensar que la jerarquía católica pudiera dejar pasar la oportunidad de llamar la atención sobre el asunto resultaría, ahora, tan ingenuo como que la autoridad ignorará sus exigencias. Al tiempo…
Asteriscos
* En Durango, el fin de semana, la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP) que lidera Cristina Díaz realizó su primer Congreso Nacional que, amén de convocar a los más connotados liderazgos tricolores, encabezados por César Camacho, derivó en un cierre de filas con el presidente Enrique Peña Nieto y compromiso de acompañarle en la aprobación de las reformas estructurales pendientes y también, con el gobernador Jorge Herrera Caldera por los positivos resultados obtenidos durante los comicios de julio, en que el PRI ganó 17 de 17 diputaciones en juego y 32 de 39 alcaldías.
Veámonos el miércoles, con otro asunto De naturaleza política.
