¿Te has dado cuenta, querido lector, cómo han proliferado escenas de lesbianas en la televisión y en el cine? ¿Y los bailes francamente lésbicos de mujeres heterosexuales en antros, sobre todo en los de las atestadas urbes? Y todo esto, sin querer hacer raja de la lucha abierta, y con bastante éxito, por legalizar los matrimonios homosexuales, sobre todo en aquellos países que se precian de ser de primer mundo. Siempre ha habido homosexuales de los dos sexos en toda la historia del mundo, pero tal parece que hoy han aumentado considerablemente. Y pareciera que los medios de comunicación quisieran ponderarlo. ¿Y a qué viene esto?
Pues resulta del recuerdo de una parte de un libro que escribí hace diez años (el cual, por cierto, nunca logré que me lo publicaran). En él, auguraba que la bi y la homosexualidad iban a ser lo más común en el futuro, pues a partir de la invención de la píldora anticonceptiva, la mujer se liberó de su matriz y por ende se liberó del embarazo, cuando menos, mientras así lo considerara conveniente; por lo que al dejar de ser un ser reproductivo, el sexo para ella se convertía en un instrumento exclusivamente para el placer.
Y el placer lo puede producir no sólo un individuo del sexo contrario, lo pueden producir las manipulaciones del propio sujeto (incluyendo el uso de objetos, películas, estampas e imaginación) o las de cualquier sujeto, sea del sexo que sea.
Por otro lado, en el momento en que la mujer se liberó del embarazo no deseado, dejó de representar un ser exclusivamente reproductivo, ya no era únicamente un ser dador de vida. Pudo en ese momento internarse al sector productivo.
Este internamiento le proporcionó la oportunidad de competir con los varones, lo cual redundó en la obtención de la igualdad con el sexo masculino tan largamente esperada. Igualdad que ya incluso en muchas ocasiones la ha rebasado, pasando así a superioridad. Y es bastante sabido que cuando los hombres se creen inferiores a sus parejas, suelen sentirse amenazados e inhibirse sexualmente, prefiriendo refugiarse en esos placeres llamados solitarios o en la homosexualidad.
Olvidándome un instante del tema (pues temo que a alguien pudiera resultarle ofensivo, o acaso poco interesante), quisiera solicitarles que si esta nota les provoca algún interés, se lo comuniquen al editor para que en mi próxima nota, continúe con el tema.
Ahí, trataré sobre las particularidades de los organismos organizados que se hacen interdependientes y especializados, que caracterizan por igual tanto a termitas, abejas y hormigas, como a los propios humanos; particularidades que tienen una íntima conexión con el tema que sostendrá esta tesis y nos llevará a la conclusión de la misma.