Por: Verónica Carbajal García / columnista
Las crónicas de lo que sucede frente a la casa 216 de Chihuahua en la colonia Roma están en muchos medios. Uno las puede leer o ver y tener una aproximación de lo que ahí sucede. Pero estar ahí es percibir de forma cercana el sentimiento, el ambiente, la esperanza de las personas, comentando sus preocupaciones o la ilusión de acabar con sus problemas.
Decenas de personas llegan a lo largo del día a buscar al Presidente electo para pedir todo tipo de utopías. Y decenas de periodistas concentrados frente al portón blanco de la entrada, esperan atentos la noticia, dispuestos a hacer fila con tal de acceder al interior de la casona blanca con vivos marrón, que se parece, pero no es, el “Pantone 1805” color oficial del emblema de Morena, según estatutos.
De visita en la Ciudad de México. Es lunes, cierran los museos, así que preferí tomar una mañana para andar por la Colonia Roma, y de paso observar la Casa de Transición del virtual presidente electo, Andrés Manuel López Obrador.
A las 11 del día, se nota aparentemente tranquilo, aunque ya hay unas 30 personas afuera, se trata de los ahorradores defraudados de FICREA, algunos platican que llegaron desde las 7 de la mañana, poco a poco habrían de llegar muchos más para sacar sus pancartas, una manta larga, y un altavoz para pedir apoyo a Obrador.
Una docena más de ciudadanos con peticiones varias, hacen fila sobre la banqueta, hacia el lado de la calle Monterrey, folder o sobre amarillo en mano, donde por escrito está su petición. Un vendedor de playeras, libros y objetos varios con el logotipo de Morena, se arrincona en la misma acera.
También están ahí unos 15 reporteros, fotógrafos, camarógrafos; hombres y mujeres por igual. Para la 1 de la tarde ya eran el doble o el triple. Los que caben, se protegen del sol bajo una pequeña carpa blanca, a un lado de la entrada principal, o se arriman bajo la sombra de los árboles en las banquetas.
Con todo y tripié, ellos también hacen fila, con la intención de entrar porque alguien les filtró que habría información nueva. Pero mientras les permiten el acceso, algunos se sientan a descansar en bancos plegables que han llevado de poco a poco. No falta el periodista que aprovecha, se sienta, coloca su Laptop sobre las piernas y se pone a escribir, porque en estos tiempos modernos, un periodista puede redactar donde sea que esté. Otros, se sientan de plano en el suelo, recargados sobre la pared, siempre que haya sombra. Los más, aguantan parados conversando entre ellos.
Conforme pasan los minutos el número de personas ya es bastante, apenas dejan libre el arroyo vehicular.
-¿Qué es aquí?- pregunta desde su auto un señor que “a vuelta de rueda” pasa por la calle, -“Es la casa del presidente Andrés Manuel”, responde con aire de suficiencia una señora de edad que apenas a tiempo arrimó los pies para evitar que las llantas le pasaran encima, pues está casi a media calle.
Dicen vecinos que “la Roma”, y en específico esta calle, a pocos pasos del metrobús Álvaro Obregón, es (o era) tranquila, y se trastocó desde el triunfo del “virtual”, y de ello se quejó un poco la señora que bajó de una camioneta e hizo mueca de fastidio, “otra vez esto” y con paso rápido se metió al edificio de junto, donde se lee un gran letrero, ‘Trendy Corp México, Creativo Studio’.
Pero esto es sólo una parte de lo que sucede en La Roma, donde hay mucho que ver, se puede caminar y caminar observando restaurantes de todo tipo, librerías, negocios diversos y divertidos, como una tienda de discos de acetato afuera de la que existe un árbol del que cuelgan muchos de esos discos en diferentes colores.
Caminando sobre la avenida Álvaro Obregón, en el camellón frente a Cafebrería El Péndulo hay un árbol con forma de ‘ajolote’ con avisos al pie, uno de esos dice: “El Axolotl es nuestro emblema, resiste a pesar de la contaminación, de la indiferencia; los chilangos resistimos, creamos y trabajamos. La Ciudad de México, existe, resiste”. El árbol es objeto de un trabajo de esculpido y barnizado en proceso. Los otros dos avisos son del artista y dicen: “Ausencia por cirugía, todo bien, vendré a acabar”.
El Mercado Roma, pequeño y colorido, con mucha vida en su interior estos días de vacaciones. El Parque Luis Cabrera, con una gran fuente, y varias personas en situación de calle ocupando las bancas.
Esta ciudad es para descubrir, admirar y sorprender. Desde el vuelo día y noche, de los aviones, incansables, uno tras otro, que el oído no acostumbrado de quien llega de fuera siempre nota. Hasta los grandes museos, avenidas y cientos, miles de personas y autos que a diario conviven. Pronto tendrán autoridades nuevas, ¿Cómo ve a Morena? ¿Qué piensa de AMLO? Es pregunta recurrente a quien llega de visita. ¡Ay de ti, si te topas con un ‘amlover’ y tú no lo eres!
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