CDMX.- Para que un programa de detección de cáncer de mama arroje resultados positivos, al menos 75 por ciento de la población femenina debe responder, ya sea por invitación o porque es consciente de que debe realizarse la prueba cada dos años.
Sin embargo, la cobertura nacional es de apenas 20 por ciento de mujeres en edad de someterse a ese estudio.
Este cáncer es el más frecuente en el mundo. En nuestro País representa un problema de salud pública que constituye la primera causa de muerte en mujeres: más de cinco mil decesos por año, 15 al día y poco más de uno cada dos horas.
La mastografía es la única técnica validada para reducir la mortalidad por cáncer de mama. Los resultados de décadas de investigación muestran que las mujeres que se someten con regularidad a este proceso tienen más probabilidades de detectar ese mal de manera temprana, requieren en menor medida de un tratamiento agresivo –cirugía para extirpar la glándula mamaria o quimioterapia– y sus posibilidades de cura son mayores.