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Paradoja en el Senado

Superiberia

Ayer escribimos aquí el SOS lanzado por la senadora del PRI, Lilia Merodio, cuya Oficina de Enlace Legislativo en Ciudad Juárez fue apedreada el pasado viernes, después de que se aprobara la homologación del IVA en las fronteras (de 11 a 16 por ciento).

La legisladora conversó ayer con el presidente Peña y con el titular de Gobernación, Miguel Osorio Chong, en el marco de la entrega de la medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado. A ambos les pidió garantías, ante las amenazas que ha venido recibiendo. Se las dieron.

A Lilia le ha ido como en feria. Publicaron sus teléfonos. Desde entonces las amenazas no paran. En las redes sociales desataron una campaña de linchamiento en su contra. Nadie ha salido a defenderla. La dejaron sola.

Lo curioso del caso es que son tres los senadores priistas de Chihuahua que votaron la homologación del impuesto, pero sólo a ella la han agredido. Ni a Patricio Martínez ni a Graciela Ortiz los han molestado para nada. Eso da lugar a las suspicacias. ¿De dónde viene la agresión?

El PAN y la Coparmex traen una campaña para exhibir a los legisladores que votaron los impuestos. En algunos estados hay espectaculares que los exhiben como “traidores” a los legisladores que le dieron el sí a los impuestos. Son los casos de Baja California y Michoacán.

Eso permitió a Silvano Aureoles, coordinador de los diputados del PRD, apuntarles con el dedo y acusarlos de realizar una “campaña de odio” de corte “fascista” en contra de los que le dijeron sí a la miscelánea fiscal.

El tema cobra relevancia. En el CEN del PAN nos aseguran que no es una campaña nacional orquestada desde avenida Coyoacán. Juran que es iniciativa de panistas locales.

La Coparmex también fue reactiva a los comentarios de Aureoles. El organismo empresarial sacó un comunicado en el que asegura que nunca ha promovido ni promoverá ataques contra personas e instituciones.

Pero dice que los electores tienen derecho a conocer cómo actúan sus representantes en el Congreso.

Los empresarios no se privaron de dar un rozón a diputados y senadores:

“En las últimas décadas -agrega el organismo México ha logrado grandes avances en la consolidación de un régimen democrático. Pero uno de los grandes pendientes es la rendición de cuentas, particularmente en el Poder Legislativo”.

La paradoja la recogimos en los corrillos del Senado. En los 12 años de gobiernos panistas no le dieron la medalla Belisario Domínguez a Manuel Gómez Morín. “Es con Enrique Peña Nieto en Los Pinos, y con el tricolor como primera fuerza en el Congreso, que se otorga la presea al fundador del PAN e integrante del llamado grupo de Los Siete Sabios, nos hicieron notar altos funcionarios del gobierno. Curioso, ¿no?

Coincidimos con la senadora del PRI Ana Lilia Herrera en que el de ayer fue un acto “muy azul”. Estuvieron presentes Gustavo Madero, Luis Felipe Bravo, Luis H. Álvarez, su esposa Blanca, y la numerosa familia del fallecido galardonado.

A Manuel Gómez Morín nieto, por cierto, no lo dejaban entrar en el Salón de Sesiones de la casona de Xicoténcatl. No llevaba gafete. Era indispensable. El presidente Peña iba como testigo de honor. La casona de Xico estaba tomada por el Estado Mayor. Tuvo que intervenir el ex senador del PAN, Alejandro Zapata, integrante del Pacto por México, para que el nieto del ilustre premiado pudiese ingresar por la parte trasera del recinto legislativo.

Nos llamó la atención la presencia de Agustín Carstens en la ceremonia de premiación. El gobernador del Banco de México aprovechó la ocasión para poner en circulación una nueva moneda de 20 pesos con la imagen de Belisario Domínguez. Ya son 100 años de su asesinato y 150 de su nacimiento.

Don Agustín regaló cuatro monedas. Enrique Peña, Juan Silva Meza, Raúl Cervantes y Ricardo Anaya salieron con sus 20 pesotes cada uno.

La creación del INE está en riesgo. Pero no es por la presión de los gobernadores o el jefe de Gobierno del DF, sino porque cuesta muy caro hacerlo realidad.

Sólo la liquidación y la recontratación del personal costaría alrededor de diez mil millones de pesos. El costo total andaría por encima de los 20 mil millones. Senadores de oposición nos aseguran que en Los Pinos ya le midieron el agua a los camotes y están decididos a dar marcha atrás.

Faltaría ver qué pasa con el PAN. Es el partido que más fuerte empuja por el INE y la segunda vuelta. Tiene la carta de la reforma energética. Sí, la que más le interesa al gobierno federal.

El PRD no va. Eso complica las cosas. Es reforma constitucional. Requiere una mayoría calificada (dos tercios de los votos). Sin el azul no le alcanza al PRI. Algo le tendrán que dar a cambio, pero tenga la seguridad de que no será la segunda vuelta en la elección presidencial. Por allí no transita el PRI.

Los últimos nombramientos que hizo la cancillería no han sido ratificados por el Senado. Ni Roberta Lajous, en España; ni Fernando Castro Trenti, en Argentina; ni Diego Antonio Gómez Pickering, en Gran Bretaña; ni Ulises Canchola, en Irán, entre otros.

Fuentes vinculadas con la SRE nos aseguran que los citados nombramientos los tiene atorados el PAN. Dicen que Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, negocia consulados en Estados Unidos para gente afín al azul. Y por lo visto no ha logrado colocar a los que quiere.

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