Continúa el forcejeo entre el gobierno italiano y los demás países europeos para que el problema migratorio sea uno, de toda la Unión.
El ministro del Interior, Matteo Salvini, que ha tomado la decisión de cerrar los puertos italianos a las ONG’s que salvan a migrantes y refugiados frente a las costas de Libia, hará escuchar su voz en Innsbruck, sede de la reunión entre los ministros europeos del Interior.
Al salir de Roma declaró que desde que asumió como ministro el pasado 1 de junio llegaron 21 mil migrantes menos a Italia con respecto al mismo periodo del año anterior.