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El minutero: Los relevos

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LOS RELEVOS

 

Dos temas dominarán la agenda mediática en esta semana y la venidera: el relevo en el congreso local y el informe sobre las acciones de gobierno que el cordobés Javier Duarte de Ochoa realizó en su tercer año como titular del Poder Ejecutivo en la entidad. Los balances y las calificaciones de ambos iniciaron desde finales de la semana pasada por parte de los representantes de diversos sectores de la población que acceden a las tribunas informativas, como las cámaras empresariales, los partidos políticos, las organizaciones civiles, los sindicales y los cultos religiosos.

 Del congreso estatal se van casi por la puerta de atrás –eso sí, con sus 800 mil pesos como bono de marcha- los improductivos diputados de la 62 legislatura. Como ya se citó en un texto anterior, de los once diputados locales de la zona Centro –tres de Córdoba, uno de Zongolica, cinco de la zona de Orizaba y dos de Huatusco que ocuparon el 22 por ciento de las curules- ninguno tuvo un desempeño que sirviera para desquitar el oneroso salario ni mucho menos que haya beneficiado a los ciudadanos. Es decir, salen reprobados.

 Los que llegan tienen la oportunidad de no imitarlos. En esta nueva legislatura solo habrá cuatro diputados de la región: los panistas Alejandro Zarick Morante y Hugo Fernández Bernal de los distritos de Orizaba y Córdoba, respectivamente, el priista Ignacio Valencia Morales de Zongolica y el rojiazul Miguel Ángel Sedas Castro por Huatusco. De esos cuatro, únicamente Valencia Morales tiene experiencia en el ámbito legislativo y los otros tres son novatos pero la novatez en este caso es una ventaja, pues el zongoliqueño lleva el sello de la corrupción marcado en la frente en todos los cargos públicos donde ha estado.

 El orizabeño Zarick Morante es empresario y éste será su primer cargo de elección popular. Tiene como ventaja adicional que no pertenece al grupo panista allegado al Gobierno estatal, es decir, a la Muralla Azul, lo que le permitirá hacer uso de la tribuna y del voto con mayor independencia –claro, si se atreve-. En tanto Fernández Bernal tampoco es cercano a la Muralla Azul pero no está tan alejado de la dirigencia estatal, entonces en sus acciones demostrará si obedece a intereses de grupos o a los ciudadanos que lo eligieron.

 El también ex alcalde cordobés ha emitido en los últimos días declaraciones certeras sobre la situación de inseguridad en Córdoba, lo que es bien visto por la ciudadanía pues los diputados salientes, Paulina Muguira, Martha Lilia Chávez y Juan Carlos Castro, fueron sordos, ciegos y mudos frente a lo que padecen los habitantes de la ciudad de los Treinta Caballeros. Nunca hubo un pronunciamiento de ellos al respecto, nunca un punto de acuerdo en tribuna ni tampoco un reclamo de atención, no hablaron por los cordobeses castigados con la ola de asesinatos, secuestros y extorsiones. No sirvieron ni de recaderos, pues.

 Del inestable Sedas Castro poco se puede esperar porque no sabe si esta “con melón o con sandía” y tal vez lo que lleve a proponer al congreso local será levantar una enorme estatua de la virgen de Guadalupe como lo hizo en Huatusco. Ese fue su legado en los menos de tres años que estuvo como edil. No dio para más y las expectativas de su trabajo parlamentario no son ni siquiera medianas.

 

EL SEÑOR DE LAS CUCHARAS

 

El martes será la ceremonia del relevo en el Poder Legislativo aunque previamente ya se eligieron a los que serán los coordinadores parlamentarios. Del PRI se mantuvo al líder charro Juan Nicolás Callejas Arroyo pese al repudio generalizado de la clase magisterial –ya se pagará el costo de este capricho, anticipan los observadores- y de Acción Nacional, va el ex alcalde porteño, Julen Rementería, quien encajará perfectamente del tricolor y de Palacio de Gobierno pues no sólo tiene escasa preparación académica y cuestionado desempeño político sino también es un negociador excelente para vender lo que se pueda a cambio de beneficios personales. 

La tarea del Señor de las Cucharas –no olviden que la vez pasada cuando fue diputado local lo más destacado que se le recuerda fue haber alzado una enorme cuchara de palo en una sesión legislativa luego de que la mayoría priista avaló un presupuesto repudiado por la oposición y el exhibir el utensilio de cocina ni siquiera fue idea propia pues se la robó al abogado porteño, Sergio Vaca- será de negociar con el Revolucionario Institucional y los enviados gubernamentales el precio del voto de los diez legisladores que estarán en su bancada, no podrá hacer más.

 En su desempeño particular, Rementería del Puerto llega a la curul atado de manos y con un bozal. No podrá denunciar la corrupción porque le sacarán todos los negocios que hizo como presidente municipal de Veracruz –entre ellos la concesión de parquímetros a la empresa Zeus, propiedad de empresarios de periódicos de la entidad que supuestamente están en sociedad con ex funcionarios estatales, el reparto de contratos de obras y la concesión de estacionamientos públicos – o el recuento de chanchullos a su paso por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes donde fue coordinador de Planeación y Centros. 

Incluso existe un expediente de investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública (SFP) por los contratos amañados que se dieron a su paso por la dependencia en diversos puntos del país y en los que aparece el nombre de uno de sus colaboradores desde que era Alcalde del puerto jarocho, Jesús Suverza Medina, encargado de maniobrar la entrega de los contratos. Es más, hasta se le ha mencionado como cómplice de la ex secretaria particular de Felipe Calderón, Patricia Flores, en la entrega de licitaciones amañadas, según una investigación denominada “Operación Bugambilia”.

 En cuestión política, tampoco se debe olvidar que en los comicios del 2007, Julen Rementería pactó con el innombrable la derrota del PAN en el Ayuntamiento de Veracruz para entregárselo a un priista, su primo Jon Rementería Sempé, quien está considerado entre los peores alcaldes que ha tenido el puerto. Entonces, con este currículo, nadie debe prenderle veladoras a este señor tan proclive a los acuerdos bajo la mesa y los negocios personales utilizando las encomiendas públicas.

 De los otros partidos políticos, la chiquillada, no hay mucho que decir, salvo que en su mayoría serán las comparsas del tricolor. Quizá lo citable es que los que destacarían en el debate parlamentario son el petista Fidel Robles Guadarrama, con experiencia en la labor política y el abogado Cuauhtémoc Pola Estrada del Movimiento Ciudadano. El otro dato adicional es que se estrenará en la gestión legislativa el Partido Alternativa Veracruzana, propiedad del cordobés Alfredo Grajales – y del innombrable, según los díceres- pues alcanzó una curul plurinominal que ocupará Francisco Garrillo Sánchez.

 Por cierto, no fue suficiente el berrinche de su paisano, Antonio Luna Andrade, dueño del Partido Cardenista, para que le permitieran acceder a una diputación plurinominal. El pasado 30 de octubre la Sala Regional del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), desechó el juicio interpuesto por Luna Andrade y sepultó sus esperanzas de llegar a cobrar tres años en la nomina legislativa. Lo preocupante del caso es que conociendo al individuo a estas alturas ya habrá negociado alguna prebenda o cargo público de compensación para no continuar con las pataletas contra el gobierno estatal. 

También en el asunto de la próxima legislatura está el adelanto de que la diputada porteña y ex animadora de programas televisivos, Ana Guadalupe Ingram será la presidenta de la Mesa Directiva, cargo que pelea otro del mismo tamaño, Raúl Zarrabal, ex secretario de Comunicaciones. Con el arribo de cualquiera de ellos a ese puesto se confirmará el nivel que tendrá el desempeño parlamentario pues ninguno sabe de leyes ni de debates –pese a que Zarrabal ya fue parlamentario local-. Según los portavoces de Palacio de Gobierno, la elegida será Ingram Vallines, que también fue directora de Radio de la Coordinación General de Comunicación Social del gobierno del estado y es sobrina de un directivo del periódico El Dictamen, editado en el puerto de Veracruz.

 

SAN JUAN DE ULUA

 

Sobre el tercer informe de Gobierno de Duarte de Ochoa -el cual merece una columna aparte- se anticipa que el viernes 15 entregará el legajo en la sede legislativa y de ahí realizará su mensaje a un grupo de elegidos en el fuerte de San Juan de Ulúa. La encerrona no será ni en Xalapa ni en el WTC de Boca del Río sino en la antigua prisión colonial donde alguna vez quiso celebrar su cumpleaños el desaparecido empresario panista Alfonso Gutiérrez de Velasco quien refutaba las críticas de hacer su pachanga en un sitio histórico bajo el argumento de que a la misma iría “pura gente muy decente”.

Gente parecida acudirá al informe del gobernante en turno, el cual también será de película no por los resultados sino por el gasto que está erogando al filmar los anuncios publicitarios del mismo y el material audiovisual que se proyectará cuando lea el rosario de supuestos logros. Por lo pronto y hasta donde se sabe, el copetón Enrique Peña Nieto no estará en el evento y enviará algún secretario en su representación. Hace un año, en el 2011, tampoco acudió al segundo informe – en ese entonces era presidente electo – y su representante fue Luis Enrique Miranda Nava, quien era su secretario particular.

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