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EL NÚMERO 91

Superiberia

 Por: Andrés Timoteo  / columnista

Ayer el Organismo Público Local Electoral (OPLE) entregó la “Constancia de mayoría” al morenista Cuitlá-huac García Jiménez que lo acredita como ganador de los comicios celebrados el pasado 01 de julio. Es, en los hechos, la declaratoria de “gobernador electo” pues si bien algunos rigoristas señalan que tendrá que cubrir la formalidad de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo ratifique como tal, los otros competidores no impugnaron la elección, y por lo tanto, no hay materia para la controversia.

García Jiménez sucederá, el próximo primero de diciembre, al panista Miguel Ángel Yunes Linares, quien encabezó la primera alternancia histórica de la entidad al derrocar al Partido Revolucionario Institucional (PRI) que había gobernado la entidad durante 77 años. Ahora, Cuitláhuac García iniciará la segunda alternancia y será el gobernador número 91 desde 1824 cuando Guadalupe Victoria fue nombrado al frente de los destinos estatales.

El duranguense José Miguel Adaucto Fernández, quien adoptó el nombre de Guadalupe Victoria tras el triunfo de la Guerra de Independencia, antes de convertirse en presidente de la República, primero de la era independentista, gobernó seis meses en Veracruz, de enero a junio de 1824, y fue el impulsor de la Constitución Política del Estado, la primera vertebra jurídica que llevó a Veracruz a ser una entidad soberana y federativa.  

Sobre García Jiménez hay una expectativa muy grande, tan grande como el escepticismo pues si bien tanto él como el tabasqueño Andrés Manuel López Obrador se promocionaron como “la esperanza” de México y de Veracruz, respectivamente, hay quienes opinan que podrían terminar en decepción, sobre todo a nivel estatal pues las taras políticas y administrativas del xalapeño son muy marcadas. Por el bien de Veracruz se espera que integre un gabinete de altura y, sobre todo, que se rodee de asesores de valía, no como los que ahora tiene.

En política, dicen los estudiosos, el gobernante, es una entidad bivalente -de dos partes-, el hombre y su equipo. Si quien ostenta el poder tiene deficiencias, esas deben ser cubiertas y superadas por las personas que lo asesoran. Las decisiones políticas, que afectan a toda la colectividad, no pueden ser tomadas a contentillo por un sólo hombre cuando éste no tiene la capacidad suficiente para ser justo, eficiente y suficiente. Solo en monarquías y dictaduras el gobernante es todopoderoso, infalible y el gran decidor.

Por ello se espera que García Jiménez contrate a prohombres que lo asesoren con efectividad. A la par, que tenga la voluntad política para hacer el cambio y no la regresión. Veracruz no es el mismo de diciembre de 2016, pero ahora se vislumbra una tentación muy fuerte para volver al ayer, y peor aún, para hacer efectivo en el plano gubernamental esos presuntos pactos con los del pasado, con todo el riesgo que ello representa: la impunidad, el crimen enseñoreado y el saqueo como línea administrativa.

Es cierto, puede que García Jiménez no robe, pero eso no es suficiente si sus subalternos son ‘mano larga’. Ellos no le pedirán permiso para hacerlo y lo que se nota hasta el momento son las rémoras de la fidelidad y su extensión tumorosa, el duartismo, que están por retornar al organigrama estatal. Hay que releer a las mentes prodigiosas que han hablado el quehacer de gobierno, uno de ellos el enciclopedista francés Denis Diderot, quien decía: “el honesto que gobierna (o convive) con ladrones, es tan perverso como ellos”.

 

LA LEY DE LA MATERIA

Hablando del mismo tema, el viernes 06 de julio se cumplieron 30 años del fraude electoral de 1988 que sentó a Carlos Salinas de Gortari como presidente del País y sobre Cuauhtémoc Cárdenas, quien lideró un frente progresista con partidos y organizaciones de izquierda. La paradoja está a la vista: hoy el responsable de ese robo comicial, llamado popularmente “la caída del sistema”, el exsecretario de Gobernación y exgobernador de Puebla, Manuel Bartlett Díaz, es Senador afín al Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

El propio usurpador del cargo presidencial, Salinas de Gortari, está en franca reconciliación con su enemigo de las últimas décadas, López Obrador, ganador de la Presidencia luego de dos despojos similares, en el 2006 y 2012, y quien durante muchos años lo identificó como como el jefe de la “mafia del poder”. Ahora Salinas ya no es mafioso sino un demócrata, vaya.

Otros de esa mafia hoy son representantes de Morena en el Congreso de la Unión, algunos más entrarán al relevo en la próxima legislatura y varios formarán parte del gabinete presidencial del sexenio entrante. Por eso, es verdad lo que algunos observadores exponen, que en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) aplica la Ley de la Conservación de la Materia de Antoine Lavoisier en el entendido de que “El PRI no se crea ni se destruye, solo se transforma”, y ahora se trastocó en Morena.

 

CABILDEO Y COMPRA

Como se adelantó en un texto de hace ocho días, cuando apenas se conocían los resultados de la histórica jornada electoral del primero de julio, la alianza triunfadora de Morena-PT-PES tendrá mayoría numérica en el Congreso de la Unión -Senado y Cámara de Diputados- y en el congreso local, sin embargo, no alcanzaron la mayoría calificada para aprobar proyectos de suma importancia, especialmente la modificación a la Constitución Política.

En el Senado, los morenistas y sus aliados tienen 68 de los 218 escaños, les faltarían 18 votos para lograr la mayoría calificada de 86 votos mientras que, en la Cámara de Diputados tienen 207 de los 500 diputados, donde les harían falta 26 sufragios. Es obvio que tendrán que recurrir a dos cosas: al cabildeo -la negociación- y a la compra de votos, por eso se decía que los Diputados y Senadores de otras fuerzas políticas encarecerán su mano alzada para votar las iniciativas de López Obrador.

¿Qué no van a comprar votos, aseguraron los de Morena? Esa es la promesa, pero la realidad -o la ‘Realpolitik’- es otra cosa, y sobre todo porque a los recintos parlamentarios llegarán viejos operadores del priismo y del panismo pintados de marrón. Los que se perfilan como aportadores de los votos legislativos que necesitará Morena son los senadores y diputados del PRI y del PVEM, que se convertirán en sus grandes aliados.

Ahí agarrará cuerpo lo que hasta el momento se ha denominado la “Alianza PriMor”, del PRI con Morena, misma que fue efectiva en el contexto electoral. En Veracruz van por lo mismo. El bloque Morena-Partido del Trabajo- Partido Encuentro Social tendrán 30 de las 50 curules en la 65 legislatura que iniciará en noviembre. Ellos se dividen de la siguiente forma, Morena tendrá diez diputados ganados en las urnas, correspondientes a los distritos de Poza Rica, Papantla, Martínez de la Torre, Xalapa I, Orizaba, Medellín. Cosamaloapan, Cosoleacaque, Minatitlán y Coatzacoalcos I.

Además, contará con otros diez diputados por la vía plurinominal para hacer una bancada de 20 escaños. Por su lado, el PT no tendrá plurinominales al igual que el PES, pero ambos colocaron candidatos en los distritos de Tuxpan, Misantla, Coatepec, Acayucan y Xalapa II en el caso de los petistas y el PES lo hizo en Emiliano Zapata, Córdoba, Camerino Z. Mendoza, San Andrés Tuxtla y Coatzacoalcos II.

Al eje Morena-PT-PES le faltará 5 votos para la mayoría calificada que son 35 de los 50 diputados. ¿De donde vendrán esos votos? Adivinaron, del PRI y PVEM. Ambos partidos no ganaron ni un distrito, pero tendrán cuatro diputados por la vía plurinominal, tres del primero y uno del segundo.

¿Y quien es el gran negociador de en esos asuntos ‘primorosos’? Acertaron también, el todavía senador Héctor Yunes Landa, quien será el coordinador de facto de esos cuatro diputados locales porque los mismos están ligados a él. Para empezar, los tres que serán legisladores del PRI tienen un cordón umbilical inseparable. El dirigente de la Liga de Comunidades Agrarias, el fidelista Juan Carlos Molina Palacios es su compadre.

El segundo de la lista, Jorge Moreno Salinas es su personero, integrante de la asociación “Alianza Generacional” y la tercera, Erika Ayala Ríos, dirigente del Sindicato del Cobev, es su suplente en el Senado.  Para completar el cuartero de títeres, Yunes Landa logró que hiciera a un lado al dirigente estatal del PVEM, Marcelo Ruiz Sánchez, quien ocupaba el primer lugar de los candidatos plurinominales de ese partido y subió a su hija, Andrea Yunes Yunes, que se convertirá en diputada local.

Los cuatro votos del PRI-PVEM serán para apoyar las iniciativas de Morena y del gobernador Cuitláhuac García, más aún porque desde la campaña electoral se dijo que Yunes Landa traicionó al candidato del PRI, José Yunes Zorrilla, y trabajó para el proyecto morenista. El “PriMor” en Veracruz es real y tendrá un padre legislativo a corto plazo: Héctor Yunes Landa.

De esta forma, Morena con los diputados de Yunes Landa tendrá  34 de los 35 votos que requiere para una mayoría calificada . ¿Quién le aportará el sufragio faltante? Es obvio que vendrá del eje PAN-PRD-MC y concretamente se espera una escisión en el blanquiazul, de entre sus diputados plurinominales.

De los seis panistas que ingresarán por esa vía, hay dos que seguramente traicionarán sin ningún problema a su partido: el exdirigente estatal Enrique Cambranis Torres y el exregidor xalapeño, Omar Miranda, ambos exintegrantes de la famosa “Muralla Azul” o “PAN-Rojo” y que, en los sexenios pasados de la fidelidad, estuvieron muy cercanos a los exgobernadores, el innombrable y Javier Duarte.

Cambranis y Miranda son conocidos por venderse al mejor postor. Con ellos, Morena tendría 36 votos, más que suficiente para amarrar la mayoría calificada. ¿Será entonces una especie de Frankenstein o el PriMor azul? Vaya caso.

 

SÍ HUBO COMPROMISO

Finalmente, en las proyecciones del futuro gobierno de Morena, hay que destacar que no es mentira lo que se ha ventilado sobre el compromiso hecho por el gobernador electo, Cuitláhuac García con el maestro Zenyanzen Escobar García, diputado local por Córdoba para ocupar la titularidad de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV).  Escobar fue atajado en su intención para buscar la diputación federal en su distrito, pero recibió la invitación del Partido Nueva Alianza para ser postulado.

No obstante, Escobar rechazó tal invitación a petición del propio García Jiménez quien le ofreció esa cartera para que se quedara Morena. Nada es un invento ni autopromoción además de que Zenyanzen Escobar es un activista magisterial de larga lucha. Ahí, en ese caso, se medirá el talante del próximo gobernante, se verá si Cuitláhuac García le cumple a los suyos o a los fidelistas, como los que trae pactos obscenos.

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Resumen Meteorológico 09 de Julio del 2018.

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