Orizaba.- Hoy, en una época donde existe una apatía hacia Dios o religión, o valores que nos humanizan, el padre Helkyn Enríquez cree que la parábola de la semilla habla de la necesidad de sembrar no sólo semillas académicas, intelectuales, artísticas o deportivas, sino también sembrar en las nuevas generaciones el deseo por la trascendencia, por nuestro Dios y por lo que esto implica.
La Palabra de Dios de este domingo recordó el milagro de fe por medio de las parábolas de la semilla de mostaza y el sembrador, ante ello, Enríquez Báez orientó a quienes asisten a rueda de prensa dominical la necesidad de sembrar la fe, desde los primeros años de vida, para que los niños crezcan con ese regalo que el Señor ha dejado por medio del bautismo.
“Las generaciones nuevas son menos religiosas tal vez porque los padres, con un afán modernistas de elegir su credo, los dejaron crecer sin fe y se preocuparon por su preparación escolar, deportiva o artística, pero no por la dimensión espiritual”, lamentó.
De ahí la importancia de sembrar, principalmente, las semillas que den como frutos la justicia, la misericordia, la paz, la fraternidad, mismos que demanda la sociedad.