Orizaba.- En riesgo, 60 mil personas en el caso de presentarse una avalancha de productos volcánicos, es decir, flujo de sedimento y agua que se deslice en las laderas, en el Pico de Orizaba y de ser una explosión volcánica el estimado sería de 4 millones de personas entre los estados de Veracruz y Puebla, sin embargo, los expertos mencionan que son aproximaciones, sobre todo al registrarse una situación similar a la del Volcán de Fuego en Guatemala.
Volcán activo, sin manifestación
El coordinador del programa “Salvemos al Pico de Orizaba”, Ricardo Rodríguez Deméneghi, mencionó que se trata de un “volcán activo, pero sin ninguna manifestación”, agregó, hay tranquilidad debido al monitoreo ininterrumpido que hay en su actividad.
Recordó que esto se debe a la instalación del Gran Telescopio Milimétrico en Sierra Negra, por la comunidad Europea y Estados Unidos, por lo que es observado y registrado al 100 por ciento, “cualquier variante la sabremos inmediatamente”.
Destacó la situación de riesgo, “en un caso muy poco probable sería el lahar, es decir, la bajada de lodo, agua, hielo y que se daría en las pendientes, para eso se analizan las barrancas en donde por términos naturales se tendría que mover. No podemos decir que estamos libres de riesgos, pero sí hay un monitoreo constante, sobre todo por los investigadores del telescopio”.
Con ello, resaltó, de presentarse una situación de este tipo y dependiendo del movimiento, “serían entre 50 y 60 mil los habitantes que pudieran estar en riesgo, pobladores que viven en unos 10 kilómetros a la redonda del Pico de Orizaba”.
Entre 30 y 40 municipios
Asimismo, el biólogo y presidente del Consejo Intermunicipal Ambientalista (CIMA), Graciano Illescas Téllez, manifestó que la montaña más alta de México y de América del Norte se encuentra en un período estable y sin riesgos de alguna actividad que preocupe, sin embargo, en el caso que sucediera se verían afectados unos 4 millones de habitantes en mayor y menor grado, pues se habla de las comunidades más cercanas a la montaña.
Indicó que de acuerdo a los atlas de riesgo, se hablaría de unos 30 y 40 municipios, dependiendo del evento y podría ser desde material incandescente hasta ceniza volcánica, lo que afectaría seriamente a los cultivos, a la vegetación, ya que este elemento evitaría el paso de los rayos del sol, además de afectaciones a la salud entre la población.
“No hay señal de que pudiera presentarse alguna erupción, no hay ningún indicio en ese aspecto. En el caso de volúmenes muy grandes de agua por el deshielo también lo veo muy difícil, porque los glaciares han retrocedido, hay menos, por otro lado, este año fue bastante húmedo, además de que no se esperan lluvias importantes como para presentarse alguna avalancha”, opinó.
Dijo que los especialistas y la Secretaría de Protección Civil se han encargado de realizar estudios y mapas de riesgo por todos los fenómenos meteorológicos que se presentan, con el fin de realizar acciones de prevención, se puede observar la zona de influencia más trágica por la llegada de elementos calientes, “no llega hasta la ciudad, excepto que la lava tiene ciertas direcciones y que sería en las cuencas, al lado del río Orizaba y de la Cuenca del río Jamapa, se genera una especie de araña con tentáculos de cómo podría ir bajando de forma natural”.
No hay cultura de planes de emergencia
Illescas Téllez resaltó que en la población no existe una cultura de prevención o de planes de cómo actuar, es cierto que se ha dado capacitación por inundaciones y otro tipo de fenómenos naturales, pero no es lo mismo el agua que la lava.
Destacó que lo ocurrido en Guatemala debería de ser un precedente para que los tres niveles de Gobierno se pongan en alerta máxima para realizar más investigación, mayor monitoreo, destinar más recursos y generar las medidas necesarias para tener albergues y rutas de evacuación.
“Hay muchos letreros de qué hacer en el caso de un sismo, pero valdría la pena que supiéramos qué hacer antes, durante y después de una erupción, eso sería muy importante”, resaltó.
Agregó que la falta de información científica no debe ser un pretexto para que se impulsen acciones preventivas para cualquier contingencia “y el hecho de que digamos que no va a suceder, ya hemos tenido experiencias en la que de repente ocurren, no debemos bajar la guardia”.
Volcán activo en reposo
El coordinador regional de Protección Civil, Luis Palma Déctor, dejó en claro que “hasta el momento no se ha registrado algún reporte de sismo o un signo que nos pudiera decir que se presentará algo; es un volcán activo, está en reposo y está monitoreado diariamente”.
Destacó que desde 1840 no se han presentado nubes o erupción, es decir, “tiene más mil años que está fuera de actividad, pero nos ha mantenido atentos a la vigilancia, con un constante monitoreo”.
