CDMX.- Los estudios realizados por la bióloga e investigadora francesa Emmanuelle Pouydebat sobre la inteligencia de los animales, recogidos en un libro, pueden hacer dudar a cualquiera de la superioridad intelectual de la que el género humano hace gala a la hora de mostrar su conocimiento.
Tras 15 años de experimentación en trabajos de campo, la bióloga francesa concluye: “la inteligencia es una función adaptativa del comportamiento que permite a un individuo responder a problemas en su propio beneficio, para un animal es para sobrevivir”.
El humano es en la escala evolutiva el “más joven” en el planeta, y el mundo animal es un recurso “inagotable de inspiración para los humanos”, afirma la bióloga.
Los animales tienen la capacidad de memorizar, de elaborar sus propias herramientas, de practicar la cooperación y la empatía, y, sobre todo, considera, son más inteligentes que los humanos porque no destruyen su entorno.
Y así lo demuestra, por ejemplo, con los numerosos ejemplos de animales que fabrican sus herramientas para conseguir alimentos, o el cuervo que para cascar una nuez utiliza la circulación de automóviles en Japón, o los elefantes que utilizan hojas de árboles para limpiar su piel de insectos, y los gorilas que usan piedras para partir cocos.