Desde que se liberó el mercado de combustibles (1 de enero de 2017) las tarifas son determinadas por los empresarios, por lo cual no existe un máximo o mínimo.
Éstos argumentan que el costo se determina para consumidores finales considerando lo que cuesta transportar el combustible por todo el país. A esto se suma el aumento en los precios internacionales del crudo.
Los datos de la CRE muestran que en los primeros cuatro meses de 2018 el precio de la gasolina Magna superó en 8,99 por ciento superior el registrado entre igual lapso de 2017.