Por: Enrique Aranda / columnista
Un cuarto de Siglo ya, y el artero asesinato del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo a las puertas del Aeropuerto Internacional de Guadalajara continúa sin esclarecerse y, peor, en la más absoluta impunidad aun cuando, en declaraciones Ministeriales, existe evidencia suficiente para presumir que el mismo fue “un crimen de Estado”.
Antier fueron 25 años exactos después del artero crimen del prelado, víctima de 14 disparos realizados contra su persona a menos de un metro de distancia, la Iglesia jerárquica y más, mucho más la comunidad católica recordaron su sacrificio e, igual jóvenes miembros del movimiento “Testimonio y Esperanza” en diversas plazas del País, que su sucesor en la Arquidiócesis de la capital tapatía y los abogados coadyuvantes en las investigaciones del caso, insistieron en su reclamo de justicia… y castigo de los responsables.
Estos últimos, incluso, José Antonio Ortega Sánchez y Fernando Guzmán Pérez Peláez hicieron llegar una singular misiva a los cuatro aspirantes a la Presidencia en la que, amén recordar que “el asesinato ocurrió en 1993, cuando CARLOS SALINAS DE GORTARI —las mayúsculas son del original— era el presidente de México, y José Córdoba Montoya su principal asesor”… destacan que “después del asesinato, en televisión abierta, el procurador general de la República, Jorge Carpizo McGregor, dio una explicación mentirosa, diciendo que al cardenal lo habían matado porque se atravesó en una balacera entre dos grupos de narcos”.
La misiva, dirigida a
Andrés Manuel López Obrador, Ricardo Anaya Cortés, José Antonio Meade Kuribreña y a Jaime Rodríguez Calderón, “El Bronco”, explicita que las pesquisas del crimen continúan abiertas y llama la atención sobre el hecho de que en las investigaciones que obran en la averiguación previa de la Procuraduría General de la República, “se identifica qué funcionarios están (estuvieron) involucrados en la ejecución” del purpurado, en lo que no pocos han identificado como una abierta alusión a las muchas menciones que del entonces titular de la Policía Judicial, Rodolfo León Aragón, se hacen.
León Aragón, vale destacar, es alcalde hoy de su natal Salina Cruz, en Oaxaca, aun cuando a la fecha goza de una licencia en razón de haber sido postulado por el Revolucionario Institucional (PRI) para su eventual reelección en el cargo.
Huelga decir que, en los reclamos de justicia y el esclarecimiento del crimen que nos ocupa, los grupos de jóvenes católicos que se manifestaron en infinidad de plazas del País, tipificaron el actual Gobierno como el peor en lo que refiere a seguridad del clero (católico) de las últimas décadas —son 24 las muertes de sacerdotes asesinados en el sexenio— y reclamaron más protección para sus integrantes.
ASTERISCOS
* Crecientes versiones al interior del Sector Privado en el sentido de que, de no ocurrir nada extraordinario que lo impida, no pasará mucho tiempo antes que, en el marco de una operación destinada a “tranquilizar” los mercados, el exsecretario Guillermo Ortiz sea presentado por “ya sabes quién” como su candidato a encabezar, otra vez, la Secretaría de Hacienda… otros, sin embargo, dicen que el “ungido” será Santiago Levy.
* Nada bien deben ir las cosas al interior del equipo de campaña de la impresentable Alejandra Barrales, candidata frentista al Gobierno Capitalino cuando, a contrapelo de lo que ha sido una constante en su vida pública, ahora se autodefine como antiabortista y contraria al uso lúdico de la marihuana. ¿Será que piensa declinar el favor del priista Mikel Arriola? Es pregunta…
* Concluido en la práctica su actual período al frente de la Alcaldía de Ciudad Juárez, el independiente Armando Cabada inició campaña por su reelección llamando a la ciudadanía a evidenciar su hartazgo respecto de los partidos, avalando la continuidad de su Gobierno que ha mostrado transparencia, particularmente, en el manejo de los recursos públicos…
Twitter: @EnriqueArandaP