Huatusco.- Después de una década de servicio, el padre Francisco Paul Bello Montalvo fue despedido por cientos de feligreses, quienes le agradecieron su entrega y empeño para mejorar la capilla de Cristo Rey y apoyarlos en sus necesidades.
Indicaron que les deja un legado de compromiso y fe en Dios.
Fue durante la mañana de ayer, cuando católicos de la cabecera municipal y de comunidades arribaron al templo que está ubicado sobre la calle 1, entre lágrimas y aplausos escucharon el sermón del sacerdote Paul acompañado por el padre jesuita Jorge Atilano González Candía y el vicario Armando Cortés Fernández.
El religioso se sintió conmovido por los cantos de niños con guitarras y flautas, además de los mariachis, pero sobre todo por los abrazos y palabras de aliento de los feligreses.
Recordó que en octubre de 2006 fue cuando le asignaron la capilla, que aún se encontraba en construcción y con diversas carencias, entonces puso manos a la obra para echar andar el templo, que en 2014 logró la consagración de parroquia.