Hay dos temas álgidos de corrupción que en los últimos días han tenido mucho eco en las redes sociales: la burla del cambio de agentes de Tránsito en Córdoba, que hoy están igual o más corruptos que los anteriores, y el tráfico que con la necesidad de salud se realiza en el Hospital Civil Yanga.
En el primer caso, los comentarios son constantes en cuanto a la aplicación diferenciada de la ley, y la invariable negociación sobre cuánto será necesario dar de “mordida” a los agentes, con el fin de evitar la infracción o el levantamiento por parte de la grúa.
En el segundo caso, entre comentarios felices sobre la atención en el Hospital Civil Yanga, también surgen algunos en los cuales se relata la necesidad de dar un “billetito” para que la receta sea surtida totalmente, o cantidades ya importantes para poder “adelantar” una cirugía urgente, la cual se convierte en eterna espera si no hay el “billetero” para acelerar la maquinaria de salud.
Pero dejemos que los mismos comentarios sean los que hablen por sí mismos:
“Mientras todos los agentes de vialidad se encuentran frente a agencias autos tratando de sorprender borrachines, los antros y taxistas hacen de las suyas; hay instalado un sitio sobre el bulevar de la avenida 1, obstruyendo totalmente un carril dejando solo uno para circular (…) Es nueva disposición que, mientras sean más de 5, puedes estacionarte donde quieras, como los maestros alrededor del parque o los taxis esperando clientes frente al antro ‘Río’, y tú como humilde y solitario mortal, te estacionas pasándote 3 cm de la raya, ya llega la grúa y te llevan… Ciudadanos, a organizarnos para poder hacer lo mismo, digo yo, y así te respeten o te tengan miedo. ¿Que será?”
“Es horrible. La semana pasada, se estacionó un adolescente 15 centímetros fuera del límite para recoger un papel, habiendo 4 coches fuera totalmente del límite, y llegó la grúa a llevarse sólo el coche de él. Lo más terrible es que al argumentar eso, dicen ‘bueno, no lo levanta la grúa, pero tiene que darnos para el banderizo, jajajaja, $500 para la grúa. Después del estira y afloja, el de la grúa lo consulta con el ‘jefe’, que es el agente en turno ahí presente, y lo ‘rebajaron’ a $350 por ‘considerados’, pero eso sí, no hay nadie en los cruceros peligrosos”.
“Propongo que pongamos una hora específica y todos nos estacionemos en la acera pegada a los portales. Y cuando llegue la grúa, le pedimos amablemente que se vaya a chingar a su madre, y primero levante los autos que tienen más tiempo estacionados en lugar prohibido, y luego se acerque a nosotros. No puede ser que la ley se aplique de manera tan dispar y con tanto cinismo.”
“Hoy me dieron una información espeluznante. Un amigo inscrito en el Seguro Popular requiere una operación, y lo enviaron al Hospital Civil Yanga. Me dijo que lo programan para dentro de varios meses, pero un médico le pidió varios miles de pesos para adelantar la fecha de operación. También me comentó de un padre que llegó con su hijo con problemas graves de salud, y tuvo que pagar $18 mil para que lo operaran de inmediato, en lugar de esperar varios meses. Lo primero lo creo porque quien me lo dijo es de absoluta confianza, y lo segundo lo puedo aceptar en función de lo que le pasó a mi amigo. Pero entonces ¿qué pasa con el Seguro Popular? Se convierte en fuente de abuso a los más desvalidos gracias a la corrupción de algunos médicos que lucran con el dolor y la enfermedad. Y me pregunto, ¿nadie de los mandos superiores se dará cuenta? Si sabes algo más, comparte por favor.”
“Claro, mi papá necesitaba operación de cataratas, el Seguro Popular lo cubre; sin embargo, en sus tres citas para programar la operación, la oftalmóloga nunca llegaba y la secretaria nos recomendó que fuera a consulta de forma particular con la misma doctora para que lo programara más rápido o en su defecto que esperara las campañas políticas por que siempre se canalizaban a través de los candidatos del PRI rápidamente al Hospital General de Veracruz. Afortunadamente se pudo operar ¡gracias al Club Rotario Veracruz!”
“Pero eso no es nada nuevo, mi estimado hermano, el Seguro Popular sólo te garantiza un papelito en donde dice que estás inscrito, por lo demás, tú lo tienes que pagar todo; son un caos las instituciones públicas, qué desgracia para la gente que necesita los servicios, en verdad lamentable.”
¨He sabido de algunos casos de gente que conozco, y hay médicos que trabajan en el Hospital Yanga que tambien ejercen de manera particular, y que programan cirugías, partos, etc. y en sus consultorios particulares, y dan 2 precios en el particular o en el Yanga. Obviamente la cirugía en el Yanga sale unos pesos más barata, y sin médicos de prestigio aquí en Córdoba.”
“Mi estimado, ya que estamos hablando con toda franqueza, una de las personas que se vio envuelta en una situación así es mi hermana, hace como 2 años, igual en el Hospital Yanga fue atendida por un médico de manera particular (médico que trabaja también en el Yanga), y para que le hicieran una cesárea, con ciertos privilegios, por supuesto, tuvo que pagarle una cantidad al medico por fuera, y bueno, esto lo hizo mi hermana porque otra persona le vendió la idea, ya que ésta misma también, lo había hecho de la misma manera.”
“Me constan, yo lleve a una señora y le querían cobrar más de $30 mil pesos, pero no nos dejamos. Sólo tuvimos que pagar $3 mil pesos, poca su abuela, ¡y tenía Seguro Popular! ¡Y eso porque le cortaron la pierna!”
“Ah, y déjame decirte que igual para darte medicina, tienes que enseñar un billetito para que te puedan surtir tu receta ‘completa’. ¡No se vale!”
Cabe mencionar que también hay comentarios muy buenos sobre la atención en el Civil Yanga. (Ni un solo buen comentario sobre el trabajo de los agentes de Tránsito). Yo hice el compromiso de que tanto el Secretario de Salud como el Director del Hospital Civil Yanga se enterarían del asunto, así como las autoridades de Tránsito del Estado. La manera más fácil de hacerlo es publicar estos comentarios.
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