¿OTRO MENOS?
Además de todos los costos políticos que traerá para el partido en el poder y sus aliados que aprobaron leyes que son lesivas para millones de personas, la insurgencia magisterial traería como secuela que otro aspirante priista a entrar en la carrera sucesoria por el 2016 en Veracruz quede descartado por el repudio popular que se ganó. Es el coatepecano Adolfo Mota Hernández, titular de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV), quien la semana pasada se encargó de lanzar la amenaza de descontar suelos e incluso despedir a los maestros disidentes.
Podría ser el tercer en quedarse en el camino como ya lo hicieron Salvador Manzur Díaz y Héctor Yunes Landa. Ambos tienen casi nulas posibilidades de convertirse en candidatos, y solo un milagro podría regresarlos a la lista de aspirantes con posibilidades. Manzur Díaz, alcalde con licencia de Boca del Río y fugaz secretario de Finanzas y Planeación, fue exhibido a nivel nacional en unos videos en los que aparece disponiendo de recursos federales y de la estructura de Sefiplan para comprar votos a favor del PRI en los comicios pasados. A él, que habló a nombre del gobernante en turno y a otros funcionarios se les llamó “Ladrones de Elecciones” y el escándalo estuvo a punto de tirar el famoso Pacto por México.
La polémica acorraló al copetón Enrique Peña Nieto y desde el altiplano se obligó al gobernante veracruzano, Javier Duarte a destituir a Salvador Manzur de la Sefiplan. Ahora, algunos meses después lo pretenden rescatar para imponerlo como dirigente estatal del tricolor en un intento de lavarle la cara y tratar de reincorporarlo a la carrera sucesoria, lo que se antoja imposible aunque sea compadre del gobernante en turno. El sello de truculento no se lo quitará ni yendo a bailar a Chalma y ni siquiera al tricolor le conviene ese personaje tan quemado. En tanto, al senador Yunes Landa se le apagó la estrella con el fracaso electoral en Baja California, entidad en la que fungió como delegado nacional del PRI.
Tal encomienda sería su escalón para figurar en el 2016 pero el Revolucionario Institucional perdió la gubernatura bajacaliforniana y a la vez quedó debilitado el grupo que encabeza el sonorense Manlio Fabio Beltrones, actual coordinador la bancada priista en la Cámara de Diputados y padrino político de Yunes Landa. Si de por sí el político de Soledad de Doblado tenía escasas posibilidades de ser nominado a la gubernatura por los enconos que hay entre él y el gobernante en turno desde la precampaña del 2010, ahora su camino se estrechó, por no decir que se obstruyó totalmente.
Lo anterior es la circunstancia pues hay que sumarle los méritos propios que lo alejan de tal postulación, entre ellos su pésimo desempeño como senador de la República, curul que ni siquiera atiende porque está considerado entre los cinco legisladores más faltistas según las revisiones técnicas hechas a las bitácoras de las sesiones. En la entidad ni se ve ni se oye, salvo unos artículos de opinión que manda a insertar en la prensa escrita y digital, su actividad es nula, ningún veracruzano puede afirmar que se ha beneficiado con su gestión parlamentaria. No trabaja ni porque ostenta la Comisión de Protección Civil y casi la mitad del estado se encuentra devastada por las lluvias.
El tercero en esta lista de descartados sería Mota Hernández, quien al inicio del presente sexenio presumía que estaba en el lugar ideal- la SEV – para construir su candidatura al 2016 pues en la dependencia hay más de 130 mil maestros en nómina y su proyección estaba asegurada dado su “buena relación” con los líderes de los sindicatos magisteriales que no dudarían en poner a sus agremiados a fungir como operadores electorales. El santo se le fue al cielo porque ahora no solo es uno de los funcionarios más repudiados del gobierno próspero y los maestros no van a olvidar los agravios que hoy les hace sino que los líderes charros no controlan a nadie.
Todo indica que Mota será otro menos pues no lo salvará ni siquiera los padrinazgos de Emilio Gamboa Patrón, coordinador de los senadores priistas ni del ex gobernador Miguel Alemán Velasco, aunque de por sí tenía pocas posibilidades de llegar al 2016. Por cierto, el fin de semana los maestros disidentes reiteraron la acusación de nepostimo contra Mota Hernández pues a sus familiares, entre ellos su esposa, en la nómina de la SEV. Según la información difundida, la cónyugue Beatriz Palacios Guzmán recibe 3 mil 529 pesos mensuales, su hermana Lizbeth Mota Hernández, 19 mil pesos, sus cuñados Carlos Edher y Luis Eduardo Pérez López, con 17 mil y 8 mil 200 pesos respectivamente, y su primo Felipe de Jesús Collinot Mota cobra 10 mil pesos mensuales
Mientras tanto otros primos José Manuel Collinot Mota y Daniel Mota Romagnoli los tiene con un sueldo de ¡35 mil pesos mensuales!, y no son maestros, al parecer son sus guardaespaldas personales. Y por si fuera poco también incluyó en la nómina a Diana Barajas González, esposa de uno de ellos con 12 mil pesos mensuales. Así, la parentela de Mota que está en la nómina de la SEV –de los que se sabe hasta el momento- le cuesta a los veracruzanos unos 140 mil pesos mensuales –un millón 680 mil pesos al año- y si se le suma el sueldo del propio secretario entonces serían más de 200 mil pesos mensuales y cerca de 2.5 millones de pesos al año sin contar bonos, aguinaldos y viáticos. ¿No es eso un abuso?, ¿alguien votaría por él para gobernador?
LAS PARA-JODAS
En Veracruz abundan las paradojas – que son también “para-jodas” como dice la comediante Beatriz Boliver- y en los últimos días se han visto demasiadas al grado que hacen pensar en un mundo al revés: lo que no debe hacerse, se hace y lo que debe realizarse, se omite. Al villano se le premia y al justo se le ajusticia, a los criminales se les perdona y a los que no cometieron delitos, se les persigue. A los que reclaman algo digno se les avienta a los contingentes policiacos para que los golpeen y a los que siempre han vivido del oprobio se les vitorea como si fueran prohombres.
El más reciente ejemplo, ya citado, es el caso del nuevo contralor general, Mauricio Audirac Murillo quien hace algunos meses era vituperado desde las entrañas del gobierno próspero y hoy es el guardián de la honestidad institucional, así como Salvador Manzur a quien lo promocionan para encabezar al PRI estatal pese a que fue acusado de ser un mapache electoral. Otro caso que raya en la ignominia es la reincorporación al gabinete estatal del sureño Juan de Dios Sánchez Abreu, quien fue despedido en mayo del año pasado luego de operar la agresión contra jóvenes integrantes del movimiento #YoSoy132 en Córdoba durante una visita del copetón Enrique Peña Nieto, entonces todavía candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Los estudiantes fueron atacados por porros y policías vestidos de civil comandados por Sánchez Abreu que era director de Policía Regional de la Secretaría General de Gobierno, quienes incluso secuestraron a varios de ellos por algunas horas y solo los liberaron tras la presión en los medios informativos y redes sociales. Las condenas a nivel nacional contra Javier Duarte lo obligaron a destituir que Sánchez Abreu pero solo estuvo desempleado un año pues con la llegada de Erick Lagos Hernández a la Secretaría General de Gobierno, fue llamado a convertirse en director de Análisis y Prospectiva de la misma dependencia. ¿Qué será ese cargo, qué analizará y qué prospectivas hará si a duras penas el señor sabe escribir su nombre?
Y qué decir de la intención para nombrar al líder charro Juan Nicolás Callejas Arroyo como coordinador de los diputados priistas en la legislatura que iniciará el próximo 5 de noviembre. ¿No es algo increíble? Se impone a este señor cuando a lo largo y ancho de la entidad es repudiado por las bases magisteriales y ya perdió el control de su gremio. Señalado hasta la coronilla de amasar una fortuna con las cuotas de los maestros y con las prebendas recibidas del gobierno estatal, Callejas Arroyo llegará – si es que lo hace- a pastorear a la bancada priista que se agenciará otro motivo para ser repudiada por miles de docentes.
Finalmente la paradoja de todas las paradojas o mejor dicho, la “para-joda” de todas las “para-jodas”, es que el ex gobernante estatal, aquel que no debe ser nombrado, se ventanea como reyezuelo en la entidad que dejó en situación calamitosa mientras que en San Luis Potosí el ex mandatario Marcelo de los Santos fue inhabilitado por veinte años y multado con casi 8 mil millones de pesos por hacer mal uso de un crédito tramitado casi a final de su administración por el monto de mil 500 millones de pesos, y la sanción fue impuesta por la Contraloría de aquella entidad.
La cuestión es por qué no lo han hecho en Veracruz si el innombrable tramitó créditos por 10 mil millones de pesos un mes antes de dejar el gobierno bajo la excusa de que sería para la reconstrucción de los municipios azotados por los huracanes pero los dineros nunca llegaron a esos lugares. De haber respeto por la legalidad a ese individuo le correspondería una multa siete veces mayor a la que le impusieron a potosino De los Santos e incluso una condena de prisión. Nada de eso, al contrario se pasea en la entidad como si no debiera nada y aún más, sigue controlando el gabinete y a su sucesor.
Incluso se auto-promociona en la prensa para convertirse en embajador del gobierno peñista, y así intentar levantar el veto de Peña Nieto que lo ha mantenido agazapado en el último año. Los enterados de esos asuntos turbulentos anticipan un verdadero batidillo en el Senado si es que llega tal propuesta pues saldrán a relucir investigaciones judiciales en Estados Unidos y todo un rosario de tropelías cometidas en Veracruz. Empero, otros sostienen que es probable que Peña Nieto no se arriesgue a que exhiban su política exterior con tal personaje –con otros si lo ha admitido- pues el cochambre es tanto que finalmente desistirá en levantarle la proscripción.