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EL GANÓN NO PINTA EN OPERETA

Superiberia

 Por: Aleluya Moreno Lorenses Oropesa  /  columnista

Con un formato mercadotécnico y sosamente conducido por tres ideólogos de medios de comunicación de masas atenidos al guion ¿elaborado por Lorenzo Córdova? el primer debate de los aspirantes presidenciales retejió chismografía atenida a los intereses del verdadero ganador de la jornada electoral 2018, el capital financiero, aferrado a la continuidad del Programa Nacional de Desarrollo implantado, y, para sacarle la vuelta a Trump, cosmopolita, con acuerdo reafirmado en Alemania.

En un escenario pulcro, distanciado de la cobertura nacional, ocho personajes ejecutaron un libreto más de “La rosa de Guadalupe”, enderezado con temáticas secundarias y falacias para aparentar conducir la Nación: seguridad, corrupción, impunidad, democracia plural, liderazgo egocéntrico.

Del debate, adalides y correligionarios salieron convencidos de haber ganado el primer round, omitiendo que es de sombra y realizado a fin de medirle el agua a los tamales con una probadita al respetable, a la par de inflar apuestas, y, lo más preciado: para tratar de meter más público a la hora del combate real, cuando, importar quién gane, la fiesta ha de seguir por la senda trazada.

El puntero perdió puntos sumados virtualmente. Confuso, desordenado, caótico y chocheando su rollo desde que fue presidente del PRI tabasqueño –soy peje, pero no lagarto; honesto, modesto, pero no pobre-cansado y huidizo se vio AMLO, luego de trece años de campaña presidencial representando el papel del MALO.

No convenció su principal argumento para sostener un programa de seguridad y anticorrupción con su honradez supuesta, cuestionada por el menaje no aclarado de vivir de 3 mil millones de pesos recibidos por las prerrogativas de Estado mediante su familiarizado partido morena; al que, además, ha sumado a miles de ratas saltimbanquis, perdonadas sin recato con tal de sumar más botox.

Difuso, obtuso, su arenga de la cuarta transformación de México propicia más pena ajena que aullidos de felicidad: pues ¿cómo creerle que, con finalidades, personajes y medidas proteccionistas de la cloaca, ahora se presuma revolucionario, quien sólo promete renovar la Administración del Gobierno? A falta de argumentos, su oferta de involucrar como mediador al papa Francisco, equivale a meternos el dedo en la boca, o a espantarnos con el cuento del coco.

¿Acaso ignora que el interés de los advenedizos es colocarse en puestos secundarios de Gobierno, mientras, perdedor, entre que se retira a la chingada o, por reclamos de sus correligionarios, siga pastoreando al Partido en calidad de prócer –sin cargo-, pero con millones de prerrogativas y cuotas extraordinarias, por cada voto así logrado?

Las manchas personales, son lo de menos. Meade mostró que su miasma dérmico deviene de su baja autoestima y anulada resistencia a traer los nervios de punta, contrariando la seguridad institucional supuesta, que su paso por las instituciones le ha otorgado.

Resultados exitosos cuestionados, como ser padre del gasolinazo y aval de raterías hacendarias para facilitar ganancias y posicionamiento de aliados, su actuación en Sedesol para hacerse de pueblo, así como fraudes maestros orquestados mediante la señora Rosario Robles, ilustran más que sus capacidades directivas, la sumisión del nativo ladino, acostumbrado a aplicar con pena las indicaciones de su amo.

Esta contrariedad la sufren los políticos de santo oficio, así desempeñen funciones meramente técnicas: les tensa saber qué, por sus aportes a la macroeconomía, millones de gentes son afectadas cotidianamente en su realidad microeconómica.

El cuaco no da para más, por mentiroso sibarita de la esgrima. No es lo mismo bronca, que leche pasteurizada sin lactosa. Así se vio el bravucón mocha manitas independiente, sembrado tácticamente por el PRI para encantar al Norte irredento y meterlo a la jugada.

Incapaz de demostrar que durante su fugaz paso por el Gobierno neolonés el crimen organizado no cedió, a pesar de tener motivos personales para hacerlo, se perdió al exhibirse que llega, sin programa a la campaña, gracias a recolección fraudulenta de firmas de apoyo. Y pensar que, el día dos de julio próximo ha de volver a la Gubernatura de su Estado, pues de ella no se ha desprendido: solo pidió permiso para ausentarse un rato. Por estas deshonestas mentiras, que nos roban el sueño, es candidato al hacha.

La pálida Margarita. Sin ideas propias, aferrada a supuestos valores para dirigirse en vida pública, como si de guardería se tratara, no se pudo quitar la sombra de su etílico y rencoroso esposo limitándose a reiterar la validez de sus propuestas de mano dura al hampa, apoyada en los ejércitos de mar y tierra.

No cupo en el uniforme militar, que a su marido le vino guango. Sus exhortaciones a favor de las mujeres y los desvalidos, fueron tan débiles como sus ataques al ejecutor partidista de su familia, quien además la perdonó por no cuestionarla por sus ligas impunes entorno de la Guardería ABC, patrimonio de familiares.

Joven maravilla lúcido, en medio de tirios y troyanos. En contra de todo viso personalista, emocional, retórico y festivo, centrado en la exposición del programa socialdemócrata, Anaya, sigue adelante en la consolidación del cambio propuesto por la Internacional Socialista de inspiración cristiana teutona; además, fortalecido por los acuerdos signados por Peña Nieto con la canciller Merkel, avalados por Slim, Bush & Clinton, un día antes del debate: como diciéndole a Trump que su protegido mercadito gringo, es fácilmente sustituido.

Mesurado, al centro del espectro, Ricardo desplegó sus alas dándole cobijo a sus opositores, quienes, seguramente, aceptarán pasivos su participación en el próximo Gobierno de coalición.

Ése que, pleno de retóricas eficientes soportadas en expertos manejos tecnológico-digitales facilitados por la pérdida del fuero, garantiza el ejercicio transparente de la democracia pluralista de políticos expuestos, además, al refrendo permanente, no cada dos años.

Liquidado el ofensivo neoliberalismo, bienvenido el amortiguador socialdemócrata cristiano coaligado. El éxito macroeconómico logrado por la Oligarquía, debidamente legalizado por la Constitución 2014/18 a modo, sintetizado en la pérdida total de la soberanía, de la propiedad pública de mares, tierra y medios de producción, así como del control absoluto de la abaratada fuerza de trabajo, requiere del aval la organización masas entorno del régimen gubernamental incluyente de todas las fuerzas vivas, controladas de una u otra manera.

Por ello, iniciada la gradual pérdida de los momios inflados hasta ahora a favor del fallido lagarto/peje para atrapar primero a los pobres en una política subordinada, inicia su emparejamiento con el segundo lugar.

Asegurar entre ellos no menos del 5% de votos de diferencia para hacer, por Ley, del triunfo legalmente inobjetable legitimidad manifiesta, los movimientos del Estado profundo para consolidar su éxito erradicando todo viso transformador verdadero, aún nos depara sorpresas tácticas.

Votación copiosa. No preocupa tanto que las pepitas del comal salten por donde les plazca, como alcanzar el verdadero nicho electoral: meter en casillas de votaciones a una gran parte de los abstencionistas, así como a la mayoría de los jóvenes que por vez primera votan, para, en concierto nacional o versión 2018 del Pacto por México, arrinconar a los verdaderos opositores al sistema hegemónico impuesto: los parias que en ningún formato de opereta barata figuran, a pesar de ser los que elaboran tablas, telas, clavos, luces, mecanismos, decores, estructuras, colores, del escenario.

Así, el poder del Imperio, además de leyes adecuadas, dispondrá por fin de su aureola anhelada: pueblo sumiso liderado por expertos bien cebados o lobos disfrazados con finas pieles de cordero.

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