ORIZABA.- El primer debate de los candidatos presidenciales no cumplió con las expectativas de la población mexicana, opinaron sectores de la región de las Altas Montañas.
Aseguraron que esperan que en el siguiente se dé un diálogo serio y frontal, pues en el del domingo pasado pareciera que no viven en la realidad actual del País.
Al respecto, el integrante de la Coordinadora de la Sociedad Civil, Jairo Guarneros calificó como lamentable el encuentro, toda vez que los diálogos que fueron establecidos por los candidatos estaban alejados de la crítica situación de estos tiempos.
“Ha habido una corrupción impresionante, incongruencias y es hoy, lo que ellos cuestionan o critican, cuando es bien cierto que nunca levantaron la voz, me parece que es contradictorio y reprobable, al igual en cuestión de las contradicciones que muestran”, refirió.
Temas abordados de manera superficial, como el caso de la inseguridad, así como de la complicidad entre crimen organizado y funcionarios públicos, es algo que aún no ha quedado claro, ni investigado, tema que tampoco fue llevado a la mesa de discusión.
Por su parte, el secretario general de la CROC, César Silva, indicó que la mayor parte del debate se dio con el fin de descalificarse entre sí, “queremos un debate serio y de propuestas, de cómo lograr una mayor seguridad, una recuperación económica, mejor igualdad social, un combate serio y frontal a la delincuencia, así como una erradicación a la impunidad y corrupción gubernamental en todos sus niveles”, añadió.
Debates que, refirió, permitan conocer el plan que cada aspirante a la Presidencia de la República tiene y cómo esperan lograrlo, “para elegir nosotros en principio debemos vencer el abstencionismo, que cada quien vote por quien le parezca el mejor, pero salir a ejercer ese derecho y obligación ciudadana, y si es posible, antes de ello tener una reflexión personal de cómo veo a mi País, mi Estado, mi entorno y cómo quisiera que fuera en lo posible”.
Finalmente, indicó que la población debe elegir a la persona que sea capaz de cumplir ese anhelado y soñado País que heredaremos a nuestros hijos y nietos.
