Por: Andrés Timoteo / columnista
La noche de pasado jueves, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) definió la lista de los que serán candidatos a una Diputación Local por la vía plurinominal. Es decir, aquellos que llegarán al Congreso Local sin hacer campaña ni someterse al voto de los electores. Según los vaticinios de los expertos, ésta será la peor elección del tricolor y de las 20 posiciones de ese listado apenas cuatro podrán entrar a la próxima Legislatura, tal vez cinco si logran maniobrar sobre la mesa.
Por eso, la integración de esa lista ha sido tan peleada y ha generado rechazo de muchos personajes y corrientes políticas que fueron marginados. Ese listado es la última balsa del priismo antes del naufragio, y quienes no se suban a ella para tener al menos tres años de vigencia política -lo que durará el período legislativo-, pasarán mucho tiempo en la banca, como mera oposición, lejos de la nómina pública y por supuesto, del rejuego político.
Las estimaciones son que, por lo menos, durante los próximos seis años -algunos dicen que 10- el priismo local no se recuperará. Pasará mucho tiempo para que puedan volver a colocar diputados locales por la vía de mayoría relativa, o sea, que ganen con votos en las urnas. Su influencia y presencia serán decorativas en la geografía estatal y de ahí la virulencia por subirse al ultimo barco de los plurinominales, pues vienen entre seis y 10 años de segregación de la vida política estatal. Tal es el precio que pagará el PRI por los excesos de sus dirigentes y gobernantes, especialmente los dos últimos gobernantes veracruzanos.
Pero aun con ese anatema, los priistas no escarmientan y basta ver la lista de los candidatos plurinominales para comprobarlo. La primera posición de los plurinominales es para Juan Carlos Molina Palacios, dirigente local de la Confederación Nacional Campesina (CNC), exdirector de la Agroindustria Azucarera durante el sexenio del innombrable -cuando robó a manos llenas el dinero destinado a cañeros- y a quien se le liga con personales de la delincuencia organizada.
¿Cómo le harán para que el oscuro Molina Palacios cumpla el requisito de tener “un modo honesto de vivir”?, ¿y cuándo se le exigirá comprobar que no tiene nexos con personas y grupos inenarrables? En el 2010, cuando la campaña electoral de Enrique Peña Nieto, a este personaje no se le permitió subir a un templete en un mitin realizado en Veracruz para evitar que después la fotografía del candidato con él fuera usada en contra del hoy ocupante de Los Pinos. Alguien alertó al equipo de campaña del mexiquense sobre los nexos del dirigente cenecista con gente poco decente y se le impidió el acceso al abanderado. El segundo sitio fue para la también fidelista e hiperduartista, Erika Ayala, quien regentea el sindicato de trabajadores del Cobaev. Ella es suplente del senador Héctor Yunes -por cierto, compadre también del oscuro Molina Palacios-, quien también colocó a un prosélito en el tercer sitio de esa lista: Jorge Moreno Salinas. El cuarto lugar es para Diana Aguilar Castillo, integrante de Antorcha Campesina, el grupo de choque y casi paramilitar del tricolor.
El quinto lugar lo ocupa un orizabeño, Víctor Manuel García Trujeque, dirigente de la CTM en el Estado y exDiputado Local, quien teóricamente no alcanzaría a llegar a la curul. El sexto sitio fue para María Beatriz Sosol Hernández, integrante del Sindicato Estatal de Trabajadores de Servicios de Salud de Veracruz (Setssv) y el séptimo para Ricardo Diz Herlindo, dirigente del Sindicato Unificador de Trabajadores al Servicio del Estado y el Magisterio (Sutsem).
Los lugares 8, 9 y 10 los ocupan los exdiputados locales, Elena Zamorano Aguirre y Marco Antonio del Ángel Arroyo, hijo de César del Ángel, dirigente del “Movimiento de los 400 Pueblos”, quien se encuentra en “prisión” –en un hospital de Xalapa- y la exdiputada federal, Zita Pazzi.
EL VILLANO FAVORITO
Tras la difusión de ese listado, muchos han externado su inconformidad. Una de ellas fue la ahora expresidenta de la “Fundación Colosio”, Zayda Lladó, quien renunció a ese organismo en repudio a los postulados. La exalcaldesa de Veracruz, Carolina Gudiño, una de las fidelistas más recalcitrantes también ha manifestado su rechazo y amenaza con detener la operación electoral a favor del tricolor, pues ella quería figurar en los primeros lugares.
El cetemista García Trujeque también externó su inconformidad, pues fue movido del lugar 3 al 5, con el riesgo de no alcanzar la curul, para darle paso a Moreno Salinas, personero de Yunes Landa. Igualmente, otras corrientes se han manifestado en desacuerdo, pues, como se dijo líneas arriba, entrar en ese listado es la última oportunidad para los priistas de acceder a cargos de elección popular antes de la gran debacle y la abstinencia de muchos años que se aproxima.
Y la paradoja, el “ganón” de ese listado es el perdedor de hace dos años, Héctor Yunes Landa, quien se quedó con los tres primeros lugares de las candidaturas plurinominales, además de que él va en tercera posición de los abanderados plurinominales a la Diputación Federal por la Tercer Circunscripción y que su hija, Andrea Yunes Yunes, es la candidata del PVEM a la Diputación Local por el Distrito de Boca del Río. O sea, en esta elección le concedieron cinco posiciones de primera mano.
No obstante, eso también es a doble tranchete, pues Yunes Landa será uno de los responsables del fracaso electoral que se aproxima para el tricolor. Aun cuando sus incondicionales queden como legisladores locales, el descalabro llevará su sello, al igual que sucedió en el 2016. Las imposiciones que hizo en las candidaturas plurinominales alborotaron el gallinero priista, y muchos resentidos ayudarán, gustosos, al hundimiento del partido.
De esta forma, Héctor Yunes es el villano favorito de la presente elección, pues además son sonados sus devaneos con el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) para aportarle candidatos y trabajar bajo la mesa por su causa, traicionando al partido que lo consintió con posiciones y a su compañero de Senado, José Yunes Zorrilla, quien es el candidato a la Gubernatura. Sorprendentemente, el peroteño Yunes Zorrilla no pudo colocar a ninguno de los suyos en las candidaturas plurinominales ni estatales ni federales. Toda la tajada se la llevó el felón Yunes Landa. ¡Vaya, el mundo al revés!
Y claro, Yunes Landa es el coordinador estatal de la campaña del candidato presidencial, José Antonio Meade. Entonces, ¿alguien cree que los dolidos del tricolor trabajarán para Meade? Malas cuentas se van a entregar al priismo nacional, porque a nivel Local el partido está en un desbarajuste.
Por si fuera poco, la fama de perdedor precede a Yunes Landa, no sólo porque perdió la Gubernatura de Veracruz en el 2016, sino porque tres años antes, en el 2013, fue delegado del PRI para la elección de Baja California y el candidato Fernando Castro Trenti fue arrasado por el panista Francisco Vega de la Madrid. Uy, es un ave de malagüero en asuntos electorales, pero si sabían como era Yunes Landa, ¿para qué lo invitan?, dice el “clásico”.
LOS ‘VIAGRAS’
En este contexto -de inconformidad interna en el tricolor- se ubica el retiro de la agrupación “Vía Veracruzana” de las filas de ese partido para adherirse al panismo, o mejor dicho a la candidatura del exAlcalde de Boca del Río, quien el fin de semana fue adherido formalmente a esa organización.
La lectura política es evidente, “Vía Veracruzana” la fundó el exdirigente del tricolor y exprocurador, Amadeo Flores Espinosa. La organización siempre fue acompañante del PRI, y ahora salta al proyecto de los azules, lo que significa un “golpe” para el Revolucionario Institucional y su candidato, José Yunes Zorrilla.
¿Qué tanto puede aportar “Vía Veracruzana” o los “Viagras”, como se le conoce en el argot picaresco, pues la mayoría de sus integrantes son de la tercera edad? Tal vez poco, pero el sopapo mediático ya está dado. Ese veletazo revela, claro, la falta de diálogo al interior del tricolor y de la famosa “operación cicatriz” para contener ánimos y enojos. Ahí, el del mal desempeño es el dirigente priista, Américo Zúñiga, quien no ayuda en nada a la causa de Yunes Zorrilla.
No hay que olvidar que uno de los agravios que reclamaba “Vía Veracruzana” fue la candidatura a la Diputación Federal por el Distrito de Huatusco, la que -supuestamente- le habían prometido al dirigente oficial de la organización, Mario Tejeda y que luego se la dieron a la exalcaldesa de Soledad de Doblado, Martha Utrera, quien también de última hora fue sacada, luego de que algunos prometieron exhibirla por sus nexos con el crimen organizado.
Finalmente, la nominación la dieron a la exalcaldesa de Paso de Ovejas, Ana Rosa Valdez, ahijada política de Rosa Borunda, la esposa del innombrable y quien fue toda una ficha negra en la alcaldía pasovejeña, donde dejó un desfalco de 35 millones de pesos. Maltratados por el tricolor, Tejeda y “Los Viagras” abandonaron al partido y se fueron con los azules, a los que le prometieron ayudar con movilización electoral y con dinero -que eso si tienen- más por desquitarse del PRI que para obtener cargos. Es decir, el despecho mueve a la vendetta electoral.
HUATUSCO, EL CONFLICTO
También el fin de semana se registraron ante el Organismo Público Local Electoral (OPLE) los candidatos a las diputaciones locales por mayoría relativa -los que serán votados en las urnas- y de la alianza PRI-PVEM; algunas postulaciones llaman la atención. Una es la del Distrito de Huatusco, donde fue postulado el exalcalde de Coscomatepec, Manuel Álvarez Sánchez, por la vía del PVEM.
A pesar de su desastroso desempeño como edil, Álvarez Sánchez tiene posibilidades de ganar la elección porque ahí entrará la operación de la estructura municipal de Huatusco que encabeza Balducina Tejada, esposa del diputado federal, Miguel Ángel Sedas Castro y por el conflicto en la alianza PAN-PRD-PMC, cuya candidata original, Teresita Zuccolotto, acaba de renunciar y nombraron a una sustituta, Tita Nieves, exdirectora municipal de Turismo en la cabecera distrital.
En Huatusco hay un jaloneo provocado por los hermanos Hugo y Serafín González Saavedra -Diputado Local y Alcalde de Coscomatepec, respetivamente- quienes pretenden monopolizar el Distrito y se han confrontado con otras corrientes políticas. En ese pleito interno entre los azules y amarillos, el tricolor puede sacar ventaja y dar el albazo.
En Xalapa II fue nominada Dalia Pérez Castañeda, exdiputada local y quien se hizo famosa por participar en la película de bajo presupuesto “Chiles Xalapeños”, además de haber sido la pareja sentimental del exrector de la UV, Raúl Arias Lovillo. La señora Pérez fue postulada pese a que figura en las carpetas de investigación por desfalco al erario estatal cuando fue Directora de Cultura de la Secretaría de Turismo durante el sexenio de Javier Duarte. O sea, en el PRI ven la tempestad y no se hincan. De los listados de las alianzas “Por Veracruz al Frente” y “Juntos Haremos Historia” a las diputaciones locales hasta anoche no se conocía en su totalidad, pero serán temas de análisis posteriores por lo que implican en el rejuego electoral vigente.