- “Revitalizar al Bronco, dicen los morenos en voz del marinista pesista Barbosa, es una decisión de Peña Nieto para restarle votos a su distanciado y petulante Jefe”.
Aleluya Moreno Lorenses Oropesa
Columnista
La jornada electoral mexicana es una charada burdamente representada con los mejores comediantes del momento, no siempre excelentes actores, capaces de filtrarse en los excluyentes círculos de la autoridad legalizada, mas no por ello legitimada.
Resulta una tragedia para el dueño del teatro y su director de orquesta, quienes miran sin poder evitarlo cómo más de la mitad de las butacas del anfiteatro permanecen vacías, a pesar de los millones de propaganda derramada.
Saltimbanquis rebotando. Integran “la mafia del poder” lo que ya sabes quién así la llama sin recato, pues de ella es pieza clave junto con Marcelo, Barbosa, Bartlett, Martínez, Gómez, Blanco, Napito, los nietos y yernos de Elba, Romo, así como por CANASCINTRA, el PES de Marín, el PT de Alberto Anaya, mas todo ávido de alcanzar curul, Alcaldía o Gubernatura, y, si puede, para sus tataranietos.
Bien cebados, muy bien pagados, excelentemente jubilados, los miembros de la clase política azteca colocados en todos los partidos ha sido capacitada mediante su tránsito por la cloaca de marras y, los expertos, en seminarios especializados en eso que autonombran “democracia”, incluyente de nepotismos tolerados aun en contra de ellos mismos, al punto de auto-lapidarse.
La sangre derramada. Durante la presente campaña, 77 de los aspirantes a puestos de elección han sido asesinados, 6 secuestrados, 7 violentados en supuestos asaltos, 10 agredidos, 11 lesionados, 13 tiroteados, 49 intimados amenazados (Dinero. La Jornada 13.04.18); sin que haya mayores reclamos del liderazgo partidario o al menos, protestando más que por las groserías de Trump.
Aparte de los casi 47 mil millones de pesos asignados por el Congreso de la Unión, o sea por ellos mismos, para este año, la cuota de sangre salpicada no justificará jamás los pingues resultados: son rechazados por más del sesenta por ciento de los mexicanos, hastiados de farsas precipitadas en permanentes desdichas.
La trama es faramalla. La confabulación simuladora de democrática liberal se ha asimilado gracias a la perniciosa influencia perversa de medios de comunicación de masas, incluyentes de las nada inocentes y libres redes sociales, que un día hicieron creer a cándidos millennials tener el mundo al alcance de sus yemas sobre apps monitoreadas, con programas acondicionados.
Facebook, Google, Twitter, WhatsApp, Instagram, ensueñan a quienes piensan fácil cambiar el mundo empoderándose en su gobernanza mediante la magia del chip, cargando miles de datos en una mica de laca cristalizada, manipulada desde su pedacito del bestial Internet.
Omitieron en sus alucinaciones, y, en sus verbos, que, como todo bien material, la era digital obedece a las implacables leyes del mercado capitalizado, capaces de hacer y deshacer acciones al instante, así sean éstas las más libertarias y de ruptura, a favor de la riqueza mundial concentrada en el uno por ciento; que no duraría en volver al pasado activando la conflagración nuclear mundial, mediante el dedito de un chimpancé desenfrenado en el escenario, acompañado de Francia y Gran Bretaña.
El medido ataque a Siria con misiles Tomahawk de carga convencional y fragmentación, tiene más de ruido para distanciar aliados secretos, que activo nuclear real.
La cultura de masas digitalizada no es patrimonio de la Humanidad. Y, sin embargo, el humanismo persiste en medio de la terrible lucha de clases, omitida en el discurso de fariseos, mercenarios y lobos disfrazados con piel de ovejas; incluyendo a quienes se auto-amenazan con cándidas rebeliones de la granja, o tigres que se desaten.
En ese contexto, la trama electoral mexicana resulta de maquinar la mejor manera de pasar el trago amargo de la sobrevivencia económica impuesta por un fin de temporada, con fuerza suficiente para no perder sus privilegios, a pesar de la inmensa presencia de inesperados giros propiciados por novatos, tontos, legos, bien intencionados, desesperados, aviesos y deseosos de participar en la jugada.
Trío de tres, y, la del estribo. Es cuando, dice la PGR, sigue en curso la investigación de Ricardo Anaya por presunto enriquecimiento ilícito resultado de lavar 52 devaluados milloncejos mediante turbias negociaciones trianguladas, al amparo de leyes especulativas propias de VIPs.
Omite que Miade es el instrumentalista del gasolinazo, del desfalco de miles de millones de dólares, del fondo público a través de Rosario Robles Ahumada, desviando recursos con licitaciones amañadas a favor de Universidades facilitadoras de la triangulación de recursos; destinando haberes hacendarios a asociaciones delictivas, como las guarderías del PT. Facilitando negocios privilegiados mediante la exención de impuestos, mientras quiebra la planta productiva nacional.
Miade es autor intelectual del actual régimen fiscal obligatorio integrado para asegurar el pago de medio billón de pesos por intereses de los diez billones que suma actualmente la deuda nacional.
Mientras “ya sabes quién” es cuestionado por no saberse de qué vive, a pesar de disponer mensualmente de cincuenta millones de prerrogativas de Ley, el TEPJF palomea las cuestionadas candidaturas de Margarita y la del cuaco encabritado Bronco amante de refocilar peje lagarto, enrareciendo aún más la confabulada telenovela electoral; a ver si logran calentar la penitente contienda, con tanta charada.
Neoliberales, Socialdemócratas y Nacionalistas Liberales, hechos bolas. El desgaste, desprestigio e inhabilidad práctica de los instrumentos de control de Estado, propició la exaltación del papel populista de AMLO desplazándolo de su principal objetivo: representar, atrapar y controlar, a los más pobres de los proletarios, para evitar rupturas revolucionarias con cantaletas como honestidad, fidelidad y certeza, para terminar con una falacia: la corrupción es la causa de todos los males.
Sin embargo, como la pobreza real y potencial ya incluye a la proletarizada clase media, a la pequeña burguesía y a la burguesía excluida de los grandes negocios financieros, el Peje terminó representando un papel no previsto en la trama inicial del control de masas: a tres meses del día electoral, cabecea las encuestas no como resultado de incorporar indecisos y abstencionistas a la campaña electoral para lograr la ansiada legitimidad, sino por el paso de tránsfugas inter-partidarios en busca de asegurar su hueso.
Candela, al fogón de las palomitas. Revitalizar al Bronco, dicen los morenos en voz del marinista pesista Barbosa, es una decisión de Peña Nieto para restarle votos a su distanciado y petulante Jefe.
Mientras, en su afán imposible de destetarse del quemado PRI, Miade blande a diestra y siniestra su propuesta de continuidad tecnócrata del programa nacional de desarrollo ya implantado. Con tanto negativo, pero sin más manchas que la del vitíligo, calienta la violencia espartaquista de los antorchistas, metiéndole miedo a la opereta.
Igual, omite en su declaración de tres de tres que el miasma brota por la baja capacidad de autocontrol del individuo y, dominando su alta debilidad contra presiones nerviosas, les da la bienvenida a candidatos independientes; pues, dice, abonan democracia. ¿Pulverizando cotos de caza?
La socialdemocracia cristiana y el gobierno de coalición. En tanto, Dante Delgado, vocero y guía espiritual de Ricardo Anaya, para quien el programa lo es todo y pasajeros los espectadores, avala la decisión del TRIFE de revertir la determinación del INE de ponchar las aspiraciones independentistas; y, con ello, más que restarle votos a ya saben quién, mandar a archivo muerto la exigencia populista de aplicarle a Margarita Calderón, la misma receta excluyente.
Sin importar cuánto hoy se destrozan, ni quien gane, el próximo mandato federal incluyente, austero, transparente, honesto, organizado, puntual a la germana, ha de regir gobiernos futuros, a favor del desarrollo humanizado del Capital.
Así la trama y su puesta en escena. ¿Qué hacer para no enloquecer mirando en las calles nada de interés por el juego electorero, contrariando la tremenda pelea escenificada en medios de comunicación de masas, aferrados al coloquial desglose de estadísticas amañadas y dimes y diretes entre comparsas, a la espera de los anhelados debates de tres iguales, peleándose por mínimas diferencias?
Da risa mirar a sesudos analistas disipando diferencias frívolas, entre igualitarios demócratas liberales. Es trading de alarido la gustada mentira de ubicar a la corrupción como origen causal de la pobreza y puerta al desarrollo parejo, su abatimiento.
Barato sale el Pirulí, con el que nos encandilan. Así, viendo la miseria del libreto y sus comparsas, el 60% de los abstencionistas tiene motivos para desconectarse del Internet, e irse de chunga. Mientras, ya sabes quién, se nos va rapidito a La Chingada, más por edad, que a repensar, una vez coronado su exitoso rol de enemigo necesario. Con el cual ha de pasar, solito, a la Histeria.
