Por: Edgar Hernández / columnista
¡Vómito negro y cárcel para los desleales!
No pocas fueron las advertencias.
Repetidas llamadas a Duartistas infidentes y traidores a través de terceras personas. Mensajes terciados. Advertencias de que se iba a proceder jurídicamente, así como repetidos exhortos a no llevar dinero mal habido a causas político electorales contrarias… pero nada.
Creyeron que estaban salvados pactando en lo “oscurito” por la vía de la entrega de parte de lo robado y la garantía de votos en las siguientes elecciones, cuya muestra dieron en la pasada contienda municipal en la cual el PRI perdió las dos terceras partes de su feudo.
No contaron con que el aparato federal procedería.
Se confiaron a pesar de que el pasado 30 de marzo ya hubo una acción clara de parte del SAT en contra del secretario del Trabajo en la época de Duarte, Gabriel Deantes, al “congelarle” las cuentas bancarias a petición de la Fiscalía Federal.
Era el adelanto de lo que ya se veía venir.
Para el pasado 2 de abril el SAT da un segundo aviso al anunciar el bloqueo de las millonarias cuentas bancarias del operador propagandístico de Javier, Othón González.
Los peces gordos siguieron sin acusar recibo.
Pero el día llegó.
La primicia dada en este espacio es confirmada este once de abril a ocho columnas por el diario porteño Notiver bajo el título “¡Cha, Cha, Chaaan!”, se revela que se reactivan las investigaciones contra los diputados federales Erick Lagos, Edgar Spinoso, Tarek Abdalá y Jorge Carvallo.
Por lo pronto, a Tarek el SAT le notificó el embargo por mil millones de pesos en créditos fiscales, mismo que afecta a su propia familia, especialmente a su padre, Hissam Abdalá Majamd, representante legal de la empresa “Sheba Constructora e Inmobiliaria”, a través de las cuales Tarek se compró 12 propiedades a nombre de “Lanait LLC”.
Las denuncias en efecto, tal como reseña la puntual nota periodística, data del 11 de julio de 2016 por el desvío de 650 millones de pesos, pero fue activada en esta víspera electoral.
Toda una clara intención de carácter político ante la impunidad de los presuntos saqueadores del erario que se pasean tan campantes por el solar veracruzano sin el más mínimo recato o temor de ser llevados a Pacho Viejo.
Desdeñaron que si bien los delitos fueron cometidos en Veracruz y en gran medida corresponde a la Fiscalía General de la Entidad proceder, no consideraron que el desvío de 35 mil millones de pesos corresponden a recursos federales.
A la lista arriba citada habría que agregar otros duartistas en total impunidad como Vicente Benítez, Juan Manuel del Castillo, Carlos Aguirre (en fuga), Gerardo Buganza, Ramón Ferrari Pardiño (fuera de México), Adolfo Mota y Ricardo García Guzmán (hoy bajo el halo protector de Yunes Linares).
Son 63 duartistas los que están metidos hasta el cuello y a la vista de la PGR, parte de los cuales siguen operando en contra del PRI para inclinar la elección en favor de sus intereses. Cabe hacer notar que la reapertura de las indagaciones y “congelamiento” de cuentas millonarias, como lo destaca el cotidiano, se da en el marco de las próximas elecciones.
Asimismo, ha sido del dominio público que desde la elección de 2016, en donde el PRI pierde la Gubernatura, ya se hablaba de mano negra embozada para hacer perder al PRI por la vía de Morena.
Ya en el ejercicio del poder gubernamental de Yunes Linares se observó una acción legal selectiva en favor de ciertos duartistas señalados como principales corruptos y saqueadores que de pronto dejaron de ser perseguidos, trascendiendo que se “mocharon” y ayudaron a amarrar votos para la causa “azul”.
Así, tras la victoria panista municipal, en donde el PRI pierde 174 alcaldías, hoy se observa una migración masiva de priistas al PAN, unos por no perder el “hueso”, otros por salvarse de la furia yunista que los amenazaba con cárcel. Por lo pronto, más que la justicia divina, es la espada de Damocles de la PGR y el SAT que se cierne contra los priistas traidores.
Tiempo al tiempo.
