De acuerdo con conversaciones telefónicas sostenidas por jefes de una célula delictiva desde Chicago con sicarios suyos en Iguala, Guerrero, la noche del 26 de septiembre de 2014 habrían sido desaparecidas entre 50 y 60 personas y no 43.
Cabe señalar que lo anterior está documentado en conversaciones telefónicas y mensajes de Blackberry e interceptadas por agencias estadounidenses con autorización de un juez.