Washington.- Los tambores de guerra vuelven a sonar en la Casa Blanca.El presunto ataque químico perpetrado el sábado en la ciudad siria de Duma, con decenas de civiles muertos, desencadenó ayer una atronadora respuesta del presidente Donald Trump. Tras aprovechar para responsabilizar a Rusia e Irán, consideró culpable al “animal de El Asad”, y le amenazó con represalias. “Va a pagar un alto precio”, tuiteó. El Gobierno de Damasco tacha las acusaciones de montaje de los rebeldes atrincherados en Duma, única ciudad de la periferia de la capital que controlan.