Amatlán.– Seis elementos policiacos muertos y un civil, así como decenas de personas lesionadas, entre ellas niños, elementos de la Policía Estatal, custodios, internos y algunos familiares de los reos, fue el saldo que dejó un operativo al momento en que los efectivos policiacos ingresaron al Cereso para realizar el traslado de Manuel Escalona, El Cachorro y José Márquez Balderas, El Chichi, reos de alta peligrosidad.
La noche del pasado sábado y parte de ayer, unos 200 efectivos policiacos, municipales, estatales y federales, continuaban en operativo en los alrededores del penal de mediana seguridad, apoyados por un helicóptero de la Fuerza Civil y un grupo antimotines.
A pesar del hermetismo por parte de las autoridades policiacas y penitenciarias, se logró conocer que el amotinamiento se registró en el nivel 3, edificio E, en donde un grupo de internos quemó colchones al momento de que los uniformados ingresaron, ahí seis policías murieron asfixiados, al igual que otra persona no identificada hasta el momento.
La magnitud del problema originó la inmediata movilización de elementos de la Policía Estatal, Seguridad Pública (SSP) del Estado, Fuerza Civil, así como de la Policía Ministerial, Marina, Federal y paramédicos de la Cruz Roja para atender y trasladar a los lesionados, así como personal de Bomberos para trabajar de manera coordinada y controlar el siniestro.
A raíz del amotinamiento y al percatarse en redes sociales, familiares de los internos se dieron cita la noche del pasado sábado y de ayer, en los alrededores del penal para tratar a toda costa de saber el estado de salud de sus familiares, recluidos en el centro penitenciario.
“No sabemos nada de nuestros familiares, los policías no nos dejan pasar, queremos saber qué pasó realmente y cómo están, nadie nos da información”, comentaron molestos familiares de los reclusos.
Alrededor de las 09:00 horas arribó el Secretario de Seguridad Pública del Estado, Jaime Téllez Marié, escoltado por cinco patrullas con elementos encapuchados y fuertemente armados, para conocer la situación que se vivía en ese momento al interior del penal.
Escoltado por unas 10 patrullas policiacas, el Gobernador del Estado llegó alrededor de las 10:50 horas al Centro de Reinserción Social de La Toma, el cual para esos momentos ya estaba totalmente blindado por las Fuerzas del Orden, dando a conocer a las familias ahí presentes que sólo fueron seis policías muertos, asfixiados, un civil, varias personas más lesionadas, además de que cuatro reos de alta peligrosidad fueron trasladados a otros penales.
Ambulancias salían y otras entraban con personas lesionadas, las que fueron trasladadas a diferentes sanatorios de la ciudad de Córdoba, en tanto patrullas de la Policía Estatal ingresaban con rollos de bolsas color negro para limpiar la zona dañada.
El amotinamiento inició alrededor de las 22:00 horas del pasado sábado, según el informe oficial, al momento en que unos 100 efectivos policiales llegaron fuertemente armados y encapuchados para realizar la reubicación de los internos.
Al momento de ingresar, los reclusos del nivel 3, edificio E, un grupo de ellos trató de resistirse y prendieron fuego al lugar en donde murieron asfixiados seis de los uniformados.
Durante la madrugada, las autoridades Ministeriales y periciales realizaron las diligencias correspondientes para llevar a cabo el levantamiento de los cuerpos y en una carroza fueron sacados y trasladados a las instalaciones del Servicio Médico Forense (Semefo) en el ejido San Miguelito, en Córdoba, para ser identificados de manera oficial en las próximas horas.
Por la tarde, en redes sociales comenzó a circular un comunicado en donde le hacen un llamado al Gobernador, acusando a un tal José Luis Chontal, apodado El Chon, quien cobra derecho de piso a los internos y además los tortura.
