“Aplicaremos una nueva modalidad: a través del Carnet de la Patria que el pueblo pueda adquirir su vivienda, asignación de terreno y la construcción de la misma”, anunció la semana pasada el presidente venezolano, Nicolás Maduro. La medida se traduce en un incremento a las presiones a fin de que los ciudadanos tramiten el carnet, controlado sólo por el régimen.
En la nación sudamericana el acceso a bolsas de comida, medicinas, pensiones, bonos y viviendas se condiciona a esa credencial.
El 29 de diciembre de 2016 Maduro creó el Carnet de la Patria para el “registro y control de las misiones y proyectos sociales” en el país, incluyendo los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (Clap); pero el mecanismo se ha convertido en una vía de control social para las elecciones.
LA RAZÓN