Amatlán.- La feligresía vive con humildad la Semana Santa con su sacerdote, a quien a finales de mayo cambiarán de parroquia; reflexionaron sobre la Pasión y Muerte de Jesús, oraron y cantaron con devoción.
Las actividades religiosas iniciaron a las 15:00 horas del jueves con una procesión de los Santos Óleos, que salió de la capilla de San Francisco. Posteriormente se llevó a cabo el Lavatorio de Pies y a las 21:00 horas se realizó la Adoración al Santísimo.
La localidad se caracteriza por sus tradiciones, entre ellas la Semana Santa; aquí el mayordomo del Santo Entierro, Juan Acatecalt, colocó la corona de espinas al sacerdote Julián Fernández Verónica, un símbolo con el que se recuerda que Cristo es un Rey y que a través de los curas su palabra continúa convirtiendo al pueblo.
También se reparte pan bendito a todos los asistentes, tal como Jesús compartió en el desierto, recordando el apoyo de unos a otros.
Durante la noche, prepararon los altares para el Viacrucis celebrado ayer, donde en cada una de las 15 estaciones fueron realizadas reflexiones para concientizar a los católicos de sus actos.
Ayer en la procesión se pudieron observar personas con el traje típico de Amatlán.