Un agradecimiento muy especial a nuestros apreciables lectores y a nuestro comprometido equipo de trabajo, quienes todos los días dan lo mejor de sí, para lograr un periodismo diferente, ese periodismo por el que hemos apostado todo, convencidos de que es lo que esta ciudad y país necesitan.
Nacimos para publicar lo que los otros callan, motivados por el hartazgo de ver día a día un pueblo engañado, manipulado, mal informado, gobernado por autoridades corruptas, a quienes veíamos gozosas con toda la comodidad para robar y hacer del Ayuntamiento su botín, gracias a esa prensa coludida desde hace más de 50 años.
Nos satisface el haber contribuido para que el alcahuete no regresara, para sacar a un Torrecilla antes de tiempo, para alentar a un Orizaba en crecimiento y así poder ver hoy a un ingeniero Rivas despidiendo a todos los vividores del Ayuntamiento, esos cientos de incrustados en la nómina de nuestro municipio, quienes le sacaron todos los días a Córdoba dinero que debió haber sido invertido para el bien de todos los cordobeses, sabemos que hay gente que se molesta por nuestras publicaciones, aquí les decimos: el problema es de quien lo hace no de quien lo dice, para nosotros es mucho más molesto verlos sumergidos en la corrupción que lo que puede ser para todos aquellos verse en nuestras líneas escritas con la verdad, que se sientan culpables de pertenecer a ese cáncer que tiene a México y a los mexicanos viviendo en un país rico en todos sus aspectos, sin embargo, con una calidad de vida de un quinto mundo.
¡Basta ya de simulaciones! al que roba se le llama ratero, nacimos y seremos siempre un medio libre, sin compromisos con nadie y con el único fin de hacer que las cosas se hagan bien, sin buscar ni poder, ni dinero, únicamente con el firme propósito de contribuir con el progreso de nuestras ciudades, ese es nuestro único compromiso, para y por nuestra región. ¡El Buen Tono seguirá con su línea crítica, asertiva y persistente, así nuestros lectores tendrán la seguridad de que en este medio nunca leerán entre sus líneas notas cómplices pagadas por ninguno!
Aunque las verdades ardan.
José y Paulina Abella García.