Orizaba.- El presidente del Consejo Intermunicipal de Ambientalistas (CIMA), Graciano Illescas Téllez, dijo que es urgente que se legisle en materia del cuidado del Medio Ambiente ante el desplazamiento de la población por el cambio climático y el anuncio del Banco Mundial respecto a que en 2050 serán 17 millones de personas las que se verán obligadas a buscar mejores condiciones de vida; América Latina y México serán los más afectados por este fenómeno.
En el caso de la zona, dijo que las regiones con mayor población en Veracruz son Orizaba y Córdoba, puntos en donde hasta el momento hay mucho sentido de pertenencia entre la población y en donde la pérdida de los recursos naturales no ha sido tan catastrófica. Indicó que la zona Centro del Estado todavía es muy rica en vegetación; sin embargo, si no se realizan acciones contundentes, esto puede cambiar ante factores como la falta de agua para las actividades agrícolas, por citar un ejemplo, además de este vital líquido para las zonas industriales.
“Aunque no ha sido perceptible, el origen de la migración ha sido la pobreza, pero buena parte de ésta es provocada debido a los cambios climáticos y si se observan los lugares donde más se han ido poblando, son las comunidades rurales… Y las nuevas generaciones ya no se quieren dedicar al campo, se quieren ir a las grandes ciudades, lo que es un testimonio de que el suelo agrícola sufre una crisis”, refirió. Indicó que actualmente el 4.2 por ciento de los desplazados a nivel mundial son de América, debido a que entre 2008 y 2013, dos millones de personas fueron desterradas de su lugar de origen por los efectos del cambio climático, ocupando México el décimoquinto lugar.
De acuerdo al Banco Mundial, éste será el gran reto económico y social del Siglo XXI; debido a que es una amenaza existencial derivado de la crecida de los océanos por el derretimiento de los polos, la destrucción por las tormentas o las sequías van a provocar que comunidades enteras se vean forzadas a desplazarse a zonas en las que su supervivencia sea más viable, por lo que casi cuatro millones de mexicanos y centroamericanos se verían obligados a dejar sus hogares, siendo más vulnerables los más pobres.