Córdoba.- En México la población femenina supera los 61 millones de habitantes, de las cuales, 4.2 millones son veracruzanas que se desarrollan como estudiantes, trabajadoras, esposas, hijas, madres, profesionistas y amas de casa.
En este Día Internacional de la Mujer, se busca empoderar a las mujeres en todos los contextos.
Aunque la conmemoración del 8 de marzo como Día Internacional de la Mujer surgió con la lucha por los derechos laborales tras el incendio de una fábrica de camisas en Nueva York en 1911, donde murieron 146 personas, el trabajo de las féminas también existe desde la casa.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía(INEGI), del total de la población femenina en el País, un 3.7 por ciento se considera como “desocupadas”. Es decir, que no tienen un empleo formal remunerado económicamente, siendo las amas de casa las que se ubican en esta categoría.
Sin embargo, y pese a que en muchos de los casos el trabajo de una ama de casa no es reconocido, incluso por sus familias, llevan una gran carga. Ángeles, a sus 52 años de edad -ya debería estar jubilada-, a diario y sin descanso cumple con una jornada laboral de más de 18 horas de trabajo. Su jornada comienza a las 06:00 horas del día y concluye en promedio de las 22:00 horas.
Sus labores inicia con la elaboración del desayuno, planchado de la ropa de su esposo. Su desayuno es una taza de café y una pieza de pan. Antes de las 08:00 horas debe ir a recoger a su nieto que cuida mientras su hija trabaja.
Aunque Ángeles comenzó a trabajar desde los nueve años para ayudar a la manutención de al menos seis de sus nueve hermanos. Fue hasta los 24 cuando su único embarazo fue catalogado de riesgo y decidió dedicarse por completo a las labores del hogar.
Desde entonces, la jornada de Ángeles contempla el lavado de ropa tres días a la semana, elaboración de alimentos: desayuno, comida y cena de lunes a domingo, limpieza general de su casa, cuidado de mascotas, atención médica, entre otros.
De acuerdo a sus estimaciones, por todo lo que hace debería recibir un pago de 400 pesos diarios.
Aunque como empleada y posiblemente enfermera -pues había ingresado al IMSS durante su juventud- hubiera generado mayores ingresos económicos, Ángeles asegura que ser ama de casa no es una carga, pues tuvo la oportunidad de cuidar a su hija hasta su vida independiente y ahora lo hace con sus nietos.
Pese a que en la mayor parte del día se ocupa de las necesidades del hogar, también incursiona en actividades comerciales como en la venta de productos por catálogos o algunos otros artículos, actividades con las cuales asegura se mantiene activa.
