Un día muy especial para el pequeño Eduardo Mustre Torres fue sin lugar a dudas el pasado 10 de noviembre, ya que después de una ardua preparación dentro de sus clases de catecismo finalmente recibió con dicha a Cristo en su Corazón, teniendo como escenario la capilla de Emaus.
Acompañándolo en ese día importante en el que comulgó por vez primera estuvieron sus padres, Eduardo Mustre Espíndola y Laura Torres de Mustre, así como su hermana Sofía.
A su lado y cuidando su fé como lo han hecho desde su bautizo estuvieron sus padrinos René Croda Setién y Alejandra Fernández de Croda quienes a través de la homilía renovaron las promesas del sacramento del bautismo.
Así, y bajo las palabras del presbítero Manuel Veranza, el pequeño recibió de sus padrinos la luz y la palabra de Cristo comprometiéndose con ello a guiarlo por el camino del bien, y estar al pendiente de que durante su formación realice buenas obras.
En medio de una sofisticada decoración de arreglos florales y ante la presencia de gran número de invitados, Eduardo vivió uno de los momentos más importantes de su etapa infantil, al probar por vez primera la hostia consagrada.
Posterior al sacramento de la comunión y muy contento por ese acto de fe, el pequeño respondió acertadamente a las preguntas del sacerdote estando cumplido el tercer sacramento de Dios.
Siendo para Eduardo el día más importante como Cristiano, sus padres fueron excelentes anfitriones de una grata celebración compartiendo con sus invitados ese gran día.
A lado de sus papás, Eduardo Mustre Espíndola, Laura Torres de Mustre y su hermana Sofía.
Mónica Chico L.
El Buen Tono