Pese al peligro que representaba, Alfonso Enrique Contreras Espinoza, El Poncho, jefe de plaza del cártel del Golfo, pasó los últimos casi ocho meses de vida interno en el Centro de Reinserción Social de Cancún, Quintana Roo, es decir, en una prisión con mínimas medidas de seguridad, donde en años pasados controlaban Los Zetas y se registraron motines y fugas.