La Ley de Seguridad Interior no tiene sustento teórico, se trata de una decisión política con la que se legaliza el despliegue del Ejército en las calles para emprender una estrategia de control social. La idea es convertir a la ciudadanía en el enemigo del Estado
, aseveró Rodrigo Gutiérrez Rivas, coordinador del área de derechos humanos del Instituto de Investigaciones Jurídicas (IIJ), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).