Entran en diferentes automóviles desde las 8:00 de la mañana a Ciudad Universitaria (CU). Se estacionan cerca de la zona de frontones; dejan ahí sus vehículos, bajan algunas dosis de droga y sólo esperan a los clientes que llegan para comprarles. Así, durante gran parte del día, los narcomenudistas que operan dentro de la máxima casa de estudios van y vienen a sus carros para surtir a sus consumidores.