Córdoba.- Cruzar el puente peatonal de la zona de la Estación del ferrocarril, se ha convertido en toda una experiencia extrema para las personas que requieren utilizarlo diariamente, pues a pesar de que antaño éste no era muy utilizado, tras la colocación de una barda perimetral en la misma zona la estructura es la única que les permite llegar a los habitantes de las colonias aledañas a sus actividades cotidianas.
El puente cuenta con una antigüedad de más de 30 años, en los cuales no ha recibido el mantenimiento adecuado, por lo que ahora se encuentra sumamente deteriorado.
Al intentar cruzar por este puente, como en cualquier otra estructura, lo primero que se hace es comenzar a subir los escalones, mismos que desde el inicio se aprecian en pésimas condiciones, todos están fracturados, incluso hay peldaños que ya cedieron ante el paso del tiempo y terminaron por caer; justo en la parte más alta, dejando en su lugar sólo un vacío que dificulta y hace por demás riesgoso el tránsito de los peatones.
La base de la estructura, así como la de los pasa manos, hecha a base de fierro, se encuentra complemente llena de óxido, en algunas partes, se pueden apreciar huecos en los mismos tubos que la sostienen.
El paso por esta zona es muy complicado, principalmente para los niños, las mujeres y personas de edad avanzada, porque el peligro es latente, no sólo de sufrir un accidente, si no de que la propia estructura se venga al suelo.
Uno de los habitantes de la zona, Genaro, señaló que entre semana durante las primeras horas del día en época escolar muchos estudiantes necesitan subir a este puente con el riesgo de sufrir algún accidente; al salir de sus actividades escolares regresan a su hogar por este mismo trayecto, pues la “vuelta” está más lejos y requiere de un tiempo mayor de recorrido.
El señor Genaro, quien comentó lleva más de 40 años habitando en la colonia Las Conchitas, recordó que durante su niñez no había paso peatonal y la gente se arriesgaba a cruzar por las vías del ferrocarril, práctica que inclusive realizaban hasta antes de la construcción de la barda perimetral colocada por Ferrosur.
“Sí es peligroso el escalón que le falta ahí, inclusive ya le faltaban varios, pero se los volvieron a poner, no sé si los hayan puesto los del ferrocarril”, comenta otra persona que pasaba por el lugar.
Ante este panorama, el entorno se ha convertido en riesgoso para los ciudadanos que diariamente suben a la estructura, pues mientras ellos lo hacen con miedo, las autoridades correspondientes no ha hecho caso alguno por solucionar esta problemática.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono