Córdoba.- Padres de familia del jardín de niños “Antón S. Makarenko” exigen al Estado agilice la reubicación de los 110 estudiantes matriculados.
Desde ayer y hasta nuevo aviso suspendieron las clases por miedo a que se “desplome” el techo del inmueble que desde septiembre del año pasado registró afectaciones con los sismos, mientras que la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) y el Instituto de Pensiones del Estado (IPE) se “echan” la bolita para su mantenimiento.
Integrantes de la Sociedad de Padres de Familia recordaron que el año pasado, cuando se presentaron los primeros daños, se buscó un acercamiento con las autoridades de la Secretaría de Educación de Veracruz (SEV) a través de la Delegación Regional.
Sin embargo, no hubo respuesta, pues incluso se les negó el acceso a las aulas móviles que habían solicitado.
Desde entonces, los niños han tomado sus clases en los pasillos divididos apenas por cortinas -ya que el área de salones fue clausurada por riesgo de desplome del techo de asbesto-.
Con los sismos de la semana pasada y las réplicas, la zona “segura” -el pasillo a donde fueron enviados-, registró afectaciones y miedo entre los padres de familia.
“Con el temblor del viernes se afectaron los salones de segundo y tercero ‘A’, que estaban en lo que dijeron es la parte segura. No tenemos a dónde mandar a los niños, se ha ido a ver a la Delegada de la SEV, pero no nos han hecho caso”, comentaron.
No podemos
meter mano
La Sociedad de Padres de Familia aseguró haber intentado realizar tareas de mantenimiento en el lugar. Sin embargo, por tratarse de un inmueble rentado al Instituto de Pensiones del Estado (IPE), Espacios Educativos se negó a responsabilizarse de dichos trabajos, ya que se dijeron “impedidos” para la reparación del plantel.
Durante la pasada Administración Municipal se les hizo la propuesta de reubicarse a la zona de Agustín Millán, misma que no resultó viable al existir otros dos preescolares en la congregación, además de que se trataba de un proyecto a largo plazo y que dificultaba la asistencia de los niños que acuden de colonias como Pardo, La Estación, entre otras.
“No tenemos a dónde más ir, todo mundo nos dice que no es propiedad de nosotros y que no podemos hacer nada. El Gobernador tiene que ver que hay vidas de por medio, se le ha metido dinero hasta 25 mil pesos en compostura de la loza y baños, pero no vemos el respaldo”, expresaron.
EDIFICIO NO
ES SEGURO
El dictamen de riesgos, emitido por la Unidad Municipal de Protección Civil que se les entregó ayer, expresa la detección de una “fisura en cadena” de los salones de segundo y tercer año, por lo que se recomendó no utilizar dichos espacios hasta no contar con un dictamen estructural, además de grietas que se reconocen como un riesgo a la integridad física tanto de los maestros como de los alumnos. Al respecto, el asesor de la Delegación Regional de la SEV, Florentino Hernández Romero, reconoció que el área donde se colocaron las láminas de asbesto representa un riesgo para los infantes.
En este caso, afirmó que corresponde directamente a la Secretaría asignar las acciones correspondientes para la protección de los estudiantes por tratarse de un inmueble particular.
Mientras hay una respuesta, las clases se mantienen suspendidas por la seguridad de los menores.
