Aleluya Moreno Lorenses Oropesa
Columnista
Con más o menos 20 mil votos de los 140 mil miembros del padrón electoral inscritos por el INE en junio del 2017, toma el cargo municipal el relevo de Tomás Ríos Bernal, Leticia López Landeros (LLL), quien lleva un mes y medio de azaroso encargo.
Unos 19 mil lo hicieron por Juan Martínez Flores, flamante pre-candidato a diputado local, y, otros 20 mil votos más se distribuyen entre los restos de partidos. En total, 60 mil vecinos de ciento cuarenta mil en posibilidad de hacerlo participaron en el juego electoral que permitió a LLL ser la actual Presidenta Municipal de Córdoba, Veracruz.
Un 60% del padrón electoral se abstuvo de votar, y, eso sin tomar en cuenta que miles participaron inducidos por ignorancias, porque recibieron estímulos en especie o en dinero, promesas o expectativas de conseguir chamba en el nuevo régimen, simpatías personales, familiares o amistosas. Por porfiados confiados.
No es lo mismo cupular, que copular, que popular. ¿Se capta la contradicción entre la representatividad oficial legal de los ungidos, pero impopular e ilegítima?
Y es cuando dice el guión peliculero que pregona: “sí, pero, confía en que desde ahora las cosas serán distintas”. Aunque, cada día notamos cómo oportunistas y profesionales de la manipulación política cultivan lo mismo que en el verbo niegan, acaso con variaciones propias nacidas más de buenas intenciones, que de perversidades programadas.
¡Al ratón, al ratón! Ideológicamente, nada resulta más interesante al sistema, que, echar las culpas de sus fallos históricos a personeros ocasionales sexenales, que, pronto pasan al olvido con el tiempo y convenientes fallas en la integración de sus expedientes para vincularlos a proceso.
Señalar los “errores” de Tomás Ríos durante su errático Gobierno Municipal es correcto, pero resulta ser la mejor manera de ocultar mecanismos orquestados para esquilmar al erario, especialmente a favor de quienes obran la obra pública recibiendo décimas dinerarias, regalos en especie -Casa Blanca dixit-, chamba a futuros –Zedillo, dixit-, o, de plano acciones por favores estructurados. Con eso del anonimato de las “S.A. de C.V.”, no se sabe.
La fresa del pastel. Entre el término de las pre-campañas y el arranque formal de sus campañas, Enrique Peña nos invita a reconocer “las cosas buenas” de su gobernanza, mientras Joaquín Coldwell amenaza con cerrar a tambor batiente las acciones de su sexenio para fortalecer la Reforma Energética.
El cuarto elemento distractor lo ponen los grandes medios de comunicación de masas a favor, durante este año, del quinto elemento -los resultados de las elecciones- que sirve para ocultar la envergadura del gran negocio del milenio: la expropiación del petróleo, cedido legalmente al capital internacional.
Clap, clap, clap. En buena lid democrática participativa, los responsables primeros de la elaboración del Plan de Desarrollo Municipal debe ser el Cabildo en plenos, en congenio con los señores diputados y senadores locales y federales; así como por el Gobierno del Estado y de la Federación; pues para eso fue electo.
Pero, a falta de capacidades y clima colaborativo, incluir a profesionales y expertos universitarios en su hechura es un acierto, pues le pone piso colegiado a su régimen; aunque, igual, podría ser un distractor para ocultar fallos de cabildos, que, cierto, representan cuotas de poder cedido a los grupos constituidos, según los votos alcanzados.
Así, constataremos qué les pasa a los académicos confrontados con tiburones cebados y al acecho; no pocos, ya anidan en la Comuna y en puestos de consolación.
No hay más cabida para el ejercicio megalómano del poder, que su aceptación inducida con argumentos apocalípticos. Por medio de la familia, de las religiones ortodoxas, dogmáticas y renovadas, de las escuelas, del trabajo enajenado, de los medios de comunicación alienados se propaga la idea de nuestra dependencia terrena de una dimensión superior de naturaleza espiritual amorosa, sin más condición que aceptarla de buena fe; aunque gestas de sus líderes derraman incongruencia entre sus dimes y gestos.
Esa promoción de la dependencia sentimental invade todas las facetas de la vida humana. Y, la política de masas como es la ideología del poder que permanece al cambio de pasajeros, no exenta.
Alicio I. Yeskas: Nada hay de estructura partidista. Conocido y exitoso pequeño propietario panadero que posee la magia de vender cada pan horneado al día, Alicio sufre el desencanto propio del político de buena voluntad y cultura democrática metido entre las patas de cuacos y de cuatreros.
De joven boxeador promesa, siempre simpatizó con el Peje (AMLO), cuando para salir del pantano escalaba apoyándose en los progresistas del PRI; quienes a la postre crean el Frente Democrático Nacional, con Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano a la cabeza.
Emigran sus simpatías con Andrés al involucrarse con Convergencia y luego con el PRD. Insisten sus querencias pues encantado simpatiza con Morena hasta hace un año, al participa en la pre-campaña fallida de Don Celso Noval Plaja, español nacido en la hermana república de Orizaba, por su pre-candidatura fallida a la Presidente Municipal.
Sin más estructura que el oportunismo de siempre. Desde que dejó el cuadrilátero se ha distinguido por su don de gentes, simpatías y contacto popular; durante el período del Juan Lavín, Alicio participó en el Cabildo y es miembro activo de la Iglesia de la Luz del Mundo.
Sabedor de tácticas de gobierno, tiene experiencia en resultados sobre el impacto de combinaciones de ganchos al hígado, oper cout’s y el nockout, en el sentir de la gente.
Con conocimiento de fondo sobre del perfil de los políticos de oficio, del PRD y de la integración del actual comité municipal de Morena, hemos de creerle su afirmación implacable: “no hay estructura”, sobre todo a raíz de la pulverización hace un año de sus fundadores y primeros protagonistas del cambio verdadero, despreciados por los Guzmán, el impresor Vázquez y Juan Martínez, en connivencia con Ladrón de la Huerta y Rocío Nahle.
Dime con quién andas, y te diré quién eres. Recuérdese que éstos, una vez desplazados de Morena, se adhirieron a la campaña de LLL, con exiguos resultados: tan pocos votos sumaron a su monto, que la diferencia con el segundo lugar fue pingüe.
¿Cómo se organizan para participar en elecciones? -En medio de grillas locales desde la estatal y nacional, se decide quiénes serán los candidatos; y, lo demás es recorrido, por conocido: sin conciencia de clase, los interesados se van sumando prometiendo apoyos de la gente a la hora de los votos.
¿Dónde están los miles de comités de base de Morena? Morena no acostumbra regalar cosas, como lo hace el PRI, el PANAL y el PAN, pero sí obsequia promesas en la personita de Obrador, quien ha sido hábil –cada vez menos- para ocultar sus intereses verdaderos; o, becas para estudios universitarios, con el fondo integrado por la mitad del salario de sus presidentes municipales, diputados y senadores. Total, siempre hay modo en la estructura de gobierno para resarcirse de pérdidas.
-Exactamente como fue en mi caso, porfía Alicio. -Mi desencanto con el Peje nace de mirar cómo en vez de formar a gente del pueblo necesitada de la organización militante para cohesionar sus legítimos intereses de participación democrática, los va pateando para sustituirlos por aprendices de tiburones del tamaño de Zenyasen y Cuitláhuac García; quienes –oh, dolor- a su vez van siendo sustituidos por Barracudas como Bartlett, Barbosa, Gómez, Moctezuma, el carnal Marcelo, Monreal.
Es más fácil cultivar rosas en el mar. –En el cuadrilátero a la vez de patear rivales pensaba en cómo poner fuera de combate al contrincante tarareando esa pegajosa tonadilla.
-“He visto y sufrido los embates de la metamorfosis del activista Andrés, a su papel de amenaza elegante contra la mafia del poder”; y, de cómo hasta allí llega, pues no podrá con ellos, ahora entiendo, que porque ni quiere. Llenó Morena, con la fórmula más fácil del mundo político: maiceando puestos de gobierno, a los mejores postores.
Han pasado ya más de 30 años y sigo tarareando: -la rosa de Guadalupe se ha de marchitar, esperando cambios verdaderos trazados por maríanetas de siempre.
Quién diría que saldrían de las oficinas de CANACINTRA, los comités de Morena. AMLO tiene tres hijos, y ha encargado a cada uno las funciones claves de su franquicia, nombrando a Yeikol Polenski su presidenta. ¡Vaya que sí aprietan los intereses de Estado!
Morena ha caído en manos de la iniciativa privada armado como sucursal de CANACINTRA, organización de la cual en su tiempo fue presidenta nacional.
Así las cosas, más que pintaditas están para, romper el dique de intereses enmohecidos por decenas de años de poder priista-panista impuesto bajo la fórmula presidencial neoliberal, tomando como ariete a Andrés para borrar del ascendente popular la consolidación del Programa Nacional de Desarrollo transnacional ya trazado, ahora dirigido por regímenes de coalición socialdemócrata.
En el parto de los montes. La apuesta no gira entorno de las siglas ni de los pregoneros, como simulan ver la mayoría de comentaristas de medios y estadísticos. Pues ¿quién de ellos se negaría a asumir el papel de vencedor o perdedor, cuando de por sí –con prerrogativas de por medio- siempre ganan?
Con ganancias aseguradas por comparsas, el triunfo mediático será de la coalición o frente que mejor adormezca los reclamos de las masas. Y, sobre las amenazas huachicoleras de altos vuelos de Miade y del populismo nacionalista entrañable de Andrés, emerge la figura ágil de cuerpo y mente del joven Anaya; quien para arengar a las masas no tiene reparo en remontar tres metros el templete. Y, desde allí porfiar al sonsonete del prometedor niño Yuawi: -na, na, na, na, na, na.
(next weekend: Cheap oil is sold)