Orizaba.- En el marco del Miércoles de Ceniza con el que inicia la Cuaresma la Iglesia Católica, un período de ayuno, oración y abstinencia, preparación para la Pascua. El obispo Eduardo Cervantes Merino realizó la bendición marcándoles la cruz en la frente e invitó a los feligreses a entrar en un tiempo de meditación, revisando su vida y relación con Dios Nuestro Señor.
“La Cuaresma es un tiempo de gracia que Dios nos da para reflexionar sobre nuestra existencia en calidad de hijos de Dios, de preparación para las grandes fiestas de la Pascua y nos permite voltear nuestra mirada al proyecto amoroso de Dios, que se ha manifestado en Cristo con su Pasión, Muerte y Resurrección, que nos invita darle el sentido profundo a la vida a valorarla y cuidarla”, resaltó.
Durante la Eucaristía recibió de manos de un seminarista el signo de la ceniza y procedió a imponerla a los fieles que se congregaron, a las 08:00 horas, en la catedral de San Miguel Arcángel.
En el mensaje, animó a los devotos para que aquellos que han roto su relación con Dios a través de diversas conductas, corrijan el camino y emprendan la conversión mediante un análisis exhaustivo de su conducta.
Por su parte, el padre Helkyn Enríquez, agregó: “Es una actitud constante de deseo y de cambio, para lo cual se necesita la ayuda de Dios, pedirle su gracia en la oración”, y señaló que en todas las parroquias se hizo oración todo el día, con un mayor flujo después de las 20:00 horas, debido a que coincidió con la salida del trabajo de algunas católicos.
DISPENDIO EN LAS CAMPAÑAS
En tanto, Cervantes Merino manifestó que las precampañas fueron de mucho dispendio económico y con mensajes que en la práctica estaban dirigidos a los ciudadanos y no a la militancia.
Ante ello, consideró que le toca a la población madurar en la democracia y analizar la realidad que vive el País y el Estado, así como el papel que juega cada uno de los puestos políticos que se elegirán el primero de julio de este año.
Indicó que lamentablemente no hay proyectos sólidos y claros que animen, por parte de quienes pretenden gobernar el País, y mencionó: “Me da la impresión que hay buena voluntad en muchos, pero no dejan de haber ciertas estructuras de los partidos políticos que siguen manteniendo sus vicios y una visión parcial de la persona”.
Aunado a ello, el obispo Eduardo Cervantes resaltó que entre la población hay un descontento social, generalizado, “las cosas no van funcionando como quisiera la sociedad y lo vemos en los hermanos más necesitados, quienes no tienen trabajo, no cuentan con medicinas, los que pasan situaciones de hambre, de graves dificultades; es escandalosa la cantidad de pobres que tenemos en el País y el número de miserables que sigue creciendo”.
