Nogales.- Se estima que hay más de 300 asentamientos irregulares en la zona más peligrosa del municipio, que es la periferia de la estación de Pemex y el río Chiquito, señaló el activista Rodrigo Dorantes Herrera.
Destacó que a 15 años de la tragedia de la explosión de ductos y la barrancada del 2003, ningún Gobierno Local ha impedido las construcciones ilegales, principalmente en la zona de El Encinar y Balastrera.
Resaltó que a pesar de que otorgar permisos de edificación en lugares de riesgo está prohibido en la Ley Orgánica del Municipio Libre y en la de Protección Civil, las administraciones anteriores lo hicieron y ahora cada vez que se presenta una contingencia, los ciudadanos que incurren en esta falta padecen las consecuencias.
Mencionó que pese a que el Ayuntamiento tiene facultades a través de Protección Civil, Obras Públicas y Catastro para impedir que las personas construyan en zonas de peligro, pasan por alto la situación y sólo se deslindan del problema responsabilizando a las dependencias federales de lo que ocurra.
“El alcalde anterior Antonio Bonilla, en los cuatro años de su Gobierno, siempre dijo que Conagua era responsable de las familias asentadas en la ribera del río, que no se dio ningún permiso para los asentamientos irregulares porque está prohibido y se meterían en un problema, pero vimos que sí hubo nuevas familias en el perímetro”, expresó la fuente.